JUEGOS DE AYER Y DE HOY

A través de este Hablemos de… se pretende, en primer lugar, poner en valor los conocimientos que las personas mayores tienen de los juegos tradicionales, estimulándoles para que compartan estos conocimientos con las personas más jóvenes de su entorno y con el propio servicio de Teleasistencia, a la vez que despertamos así su interés por aprender las nuevas posibilidades que ofrecen las opciones de juego actuales.

Pretendemos a través de esta temática permitir a los mayores que compartan sus experiencias y conocimientos sobre juegos tradicionales.

• Motivarles para que aprovechen su tiempo libre para practicar juegos tradicionales y/o de mesa.
• En muchas ocasiones, los mayores nos comentan que sus nietos pasan mucho tiempo conectados a internet. Una buena manera de enseñarles diferentes formas de entretenerse es que usted le transmita los juegos de antaño para despertar su interés por estos juegos.
• ¿Cómo se divertía usted en su época?
• Me comenta usted que en el centro social al que asiste realizan numerosas actividades. ¿Ha pensado usted en proponer en el centro un taller de juegos tradicionales? Seguro que usted conoce una gran diversidad de juegos de este tipo.
• Los juegos de mesa y otros juegos tradicionales aportan numerosos beneficios para la salud física, mental y afectiva de las personas mayores.

CONSEJOS Y REMEDIOS CASEROS

En muchas ocasiones, los usuarios de teleasistencia ponen de manifiesto a través de la central de llamadas sus amplios conocimientos para resolver una gran variedad de situaciones con determinados trucos caseros.

Algunos remedios caseros:

• Sopa para el resfrío: cuando inhalamos el vapor de la sopa se aflojan las secreciones nasales, lo que ayuda a drenar las fosas. Además, el calor del caldo puede aliviar el ardor de la garganta y tener un leve efecto inflamatorio.
• Pimienta contra dolores intensos: el intenso ardor que provoca la pimienta en la lengua provoca que el cerebro secrete endorfinas y que el dolor que tengamos en ese momento se alivie de manera considerable.
• Azúcar para el hipo: ya que el azúcar modifica los impulsos nerviosos, evitando que los músculos del diafragma se contraigan espasmódicamente.
• Miel para la tos: la miel puede aliviar las membranas irritadas de la parte posterior de la garganta y tiene efectos antioxidantes y antivirales.
• Limón contra la acidez: ya que el ácido cítrico, una vez ingerido, produce dióxido de carbono, el cual en presencia de agua se convierte en carbonato y bicarbonato, compuesto que neutraliza el ácido del estómago.
• Jengibre para las nauseas: el jengibre en sus diferentes formas ha sido popularmente conocido como aliviador de nauseas.sus ingredientes activos, logran bloquear los receptores de serotonina en el estomago, ligado a las náuseas.
• Para la tos otro remedio es inhalar cebolla, poniendo media cebolla en la habitación donde se duerme.

• Personas mayores de 75 años
• Personas con mayor grado de Dependencia para las AVD, (dificultad para levantarse de una silla).
• Quienes toman más de tres medicamentos al dia (hipotensores, hipoglicemiantes y psicofármacos).
• Personas que presentan alteraciones visuales y auditivas.
• Personas portadoras de enfermedades crónicas, neurológicas, osteoarticulares y musculares.
• Aquellas que realizan actividades de riesgo.
• Personas que se exponen a barreras arquitectónicas.
• Aquellas con antecedentes previos de caídas, (el 75% podría sufrir una nueva caída en los siguientes seis meses).

CONSEJOS PREVENTIVOS:

• Iluminación amplia y uniforme.
• Instalar interruptores cerca de las entradas.
• Pasillos libres de muebles.
• Sillas con brazos largos y respaldos altos.
• Colocación de utensilios más usados a la altura de la cintura.
• Colocar esteras de goma cercanas al fregadero.
• Utilizar calzado con suela de goma.
• Colocar asideros a cada lado de la bañera.
• Utilizar tazas del retrete altas (55 cm) y utilizar barandilla a uno de los lados.
• Etiquetar los fármacos según su aplicación, tener una lupa y la luz adecuada.
• Colocar descansos intermedios en escaleras.
• Colocar luz al inicio y al final de las escaleras.
• Cama y calzado adecuado.

SITUACIONES FRECUENTES QUE INDUCEN A CAÍDAS:

1.En la casa:

• Suelos irregulares, deslizantes, muy pulidos, con desniveles, sin contraste de colores.
• Iluminación luces muy brillantes, insuficientes, interruptores a la altura que facilite su alcance y adecuada ubicación.
• Escaleras, Iluminación inadecuada, ausencia de pasamanos, peldaños irregulares, altos y sin descanso.
• Cocinas, muebles demasiado altos, suelos resbaladizos.
• Cuarto de baño, lavamanos y wc bajos para la altura de la persona, ausencia de barra en ducha y frente o al costado del wc.
• Dormitorio, cama muy alta para la altura de la persona, estrecha, cables sueltos, objetos en el suelo (bajada de la cama).
• Mascotas.

2. En la calle:

• Aceras, estrechas con desniveles y obstáculos.
• Pavimentos, defectuosos, mal conservados.
• Semáforos, con breve duración.
• Bancos de jardines o plazas muy altos o muy bajos para la persona.
• Charcos de agua.
• Arquetas defectuosas, ligeramente elevadas o inexistentes.
• Medios de transporte: autobuses, etc.
• Presencia de mascotas.
• Calzado inadecuado.
• Inadecuada distribución del mobiliario.
• Vestimenta inadecuada.
• Ingestión de bebidas alcohólicas
• No utilizar Ayudas Tecnicas indicadas: bastón, andador, gafas debidamente graduadas…

QUÉ SE DEBE HACER Y QUÉ NO SE DEBE HACER.

• Use zapatos firmes con interiores resistentes.
• Use zapatos cómodos, “para caminar”.
• Compre zapatos al final del día, cuando sus pies pueden estar hinchados
• Elija calzado tipo botín, si es posible.
• Camine lo menos posible descalzo.
• Evite los zapatos con suelas blandas. Pueden hacer que el pie pierda estabilidad y tal vez no favorezcan el buen equilibrio.

Frutos de otoño

Ha llegado el momento de llenar la despensa para el invierno. Las viejas costumbres vuelven. Los frutos de otoño se convierten en mermeladas, gelatinas, licores, dulces.

Las más comunes
Naranja: desde octubre a abril es cuando mejor se pueden comprar. Es uno de los cítricos más comunes. Tienen un alto contenido en Vitamina C que ayuda a las defensas. Son un buen antioxidante y ayudan a quemar grasas.
Mandarina: es tanto de otoño como de invierno. Desde finales de septiembre hasta marzo se puede disfrutar de ellas.
Manzana: su temporada natural es de agosto a enero.
Pera: de agosto a noviembre es su mejor momento, aunque también se pueden comprar en cualquier época del año. Las peras son una buena fuente de vitamina C, fibra, potasio y vitamina E. La fibra ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol.
Plátano: se venden durante todo el año, pero en esta época otoñal es cuando saben más dulces.
Uva: las podemos encontrar durante todo el año, pero su temporada natural es el otoño. 

Piña: contiene un 85 por ciento de agua, hidratos de carbono, fibra y una gran cantidad de vitaminas y minerales.
Caqui: se trata de una de las frutas de otoño por excelencia. Es casi imposible encontrarla fuera de temporada. Es una fruta rica en azúcares, sales minerales y vitaminas. Es diurética y descongestiona el hígado.
Granada: otra fruta típica del otoño. Se pueden adquirir de septiembre a diciembre. Es un alimento digestivo, diurético, astringente y depurativo que contribuye a limpiar nuestro organismo.
Kiwi: fruta de otoño e invierno. Se cosecha durante los meses de octubre a marzo.
Membrillo: es utilizada, casi exclusivamente, para hacer compotas, mermeladas y los populares bloques de carne dulce de membrillo. 

Otro producto típico del otoño son los frutos secos, como la avellana, la almendra, los piñones, las nueces y las castañas, que se recolectan durante esta estación. Tienen propiedades muy beneficiosas para el organismo, ya que contienen grasas saludables: los conocidos omega 3. Además, son una fuente muy importante de proteína vegetal. Contienen gran cantidad de minerales (potasio, magnesio, calcio y fósforo) y vitaminas, como la A, la del grupo B y la E. Tienen un bajo contenido en sal y ayudan a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Como tienen un elevado valor calórico, se aconseja consumirlas habitualmente, pero en poca cantidad. De todos estos frutos, las nueces son los que contienen más grasa y la castaña es la que contiene menos, pero tiene más hidratos de carbono. Todos son ricos en fibra.

Verduras de otoño: 

En esta estación se recolectan los frutos de la familia de las solanáceas: la berenjena, los pimientos, los tomates y la patata. Aunque estas hortalizas se encuentren durante todo el año en el mercado, es durante el verano y otoño cuando son más gustosas.

Otra familia de plantas que da sus frutos en verano y se pueden consumir hasta el otoño es la de las curcubitáceas: la calabaza, el calabacín y el pepino. En otoño, existe una variedad de calabaza con la piel más gruesa. Tanto la calabaza como el calabacín aportan fibra soluble muy beneficiosa para los intestinos. El pepino tiene un alto contenido en agua y vitaminas. Por sus colores, sabemos que contienen vitaminas antioxidantes.

En octubre ya podremos comprar las primeras alcachofas y las coles de Bruselas, y en noviembre entrarán de lleno las verduras de otoño, con las acelgas, los cardos, los espárragos trigueros y el hinojo.

Como todos los años el Servicio Municipal de Teleasistencia pone en marcha el Protocolo de Temperaturas Extremas.

Así como se informa para la detección de posibles síntomas y signos provocados por las altas temperaturas:

• Calambres por el calor: Son espasmos dolorosos en la musculatura voluntaria, que aparecen por perdidas de sal en la musculatura cuando se ha sudado en exceso.

IDEAS CLAVE. ¿QUÉ QUEREMOS TRANSMITIR?

FALSOS MITOS

• La pérdida de apetito en los mayores no debe alarmarnos, es normal. Es absolutamente falso y además debe constituir un signo de alerta que hay que controlar. A menudo se traduce en una enfermedad orgánica o psicoafectiva.
• Las personas mayores precisan menor consumo de agua. Esto es absolutamente falso por lo que es importante ingerir agua, zumos, caldos, infusiones, etcétera. Se recomienda 1,5 L diarios. Una buena opción es tener siempre cerca una botella de agua.
• La leche se debe hervir siempre. Esto es falso. Solo debe hervirse la leche cruda, que no ha sufrido ningún proceso de higienización. Si se hierve leche sometida a estos procesos pierde sus propiedades y el valor nutricional.
• El pan engorda. Esta creencia es errónea, ya que los carbohidratos son los nutrientes que más requiere el organismo. Su valor calórico es de cuatro calorías por gramo, como el de las proteínas, mientras que el de las grasas es de nueve calorías por gramo.

MITOS VERDADEROS

• Los frutos secos ejercen un efecto protector cardiovascular. Se recomiendan dos nueces o cuatro almendras o avellanas o una cucharada de cacahuetes al día.
• La leche caliente favorece la conciliación del sueño. Esto es cierto, porque contiene triptófano, un aminoácido que induce el sueño. Por tanto, este efecto debe considerarse entre las medidas higiénicas del sueño.
• El aceite es más saludable que la manteca. Verdadero, ya que al ser vegetal no tiene colesterol y la manteca, al ser de origen animal, sí tiene colesterol.
• Las verduras y hortalizas cocinadas se digieren mucho mejor que las crudas. Pero se debe tener en cuenta el tiempo de cocinado porque muchos de los nutrientes propios de las verduras y hortalizas son muy sensibles a las altas temperaturas.
• Las frutas mejor tomarlas con piel puesto que una parte importante de la fibra y muchas sustancias activas de estos alimentos se encuentran justo debajo de la piel.

Las Alergias primaverales hoy día son un problema común para muchos de nuestros mayores. Los síntomas de las alergias de primavera pueden variar desde leves estornudos y picazón de ojos, hasta congestión y fatiga similar a la de un resfriado. Es por ello que trataremos de facilitarles medidas para prevenir la molesta sintomatología asociada a las alergias:

Astenia Primaveral:

Astenia es un término clínico que significa «cansancio». No es una enfermedad, sino un síntoma que

puede deberse a enfermedades orgánicas o psicológicas, pero también a otras causas como el estrés o el exceso de trabajo o preocupaciones.

Esta sensación puede aparecer junto a otras manifestaciones como:

• Apatía o falta de energía para desarrollar actividades
• Tristeza sin causa aparente
• Pérdida del apetito
• Disminución de la concentración o pérdida de memoria
• Irritabilidad o cambios en el estado de ánimo
• Malestar general, dolor de cabeza
• Hipotensión arterial

Una sensación subjetiva que puede traslucir una mayor vulnerabilidad de la persona frente a estos cambios climáticos. No hay que confundirlo con el T.A.E. (Trastorno Afectivo Estacional), que sí es una patología psiquiátrica reconocida como un tipo especial de depresión que se acentúa, o bien en los meses de invierno (depresión invernal) o bien en los de verano (depresión veraniega), y que debe tratarse médicamente.

¿Cómo se produce?

Al producirse el cambio estacional (variaciones climáticas), y con él un aumento de la temperatura, de las horas de luz solar y el cambio de horario, se genera un control sobre la regulación hipotalámica que contribuye de forma muy significativa a un descenso de los niveles en sangre de las hormonas, lo cual produce una sensación de decaimiento físico e intelectual.

¿Cómo prevenirla?

Llevar una vida saludable y ordenada con una dieta equilibrada es la base para fortalecer nuestro organismo y sus defensas, evitando que los factores exógenos minen nuestra energía.

Podríamos destacar seis puntos básicos para prevenir la astenia primaveral:

•   La dieta debe ser equilibrada y variada, enriquecida en vitaminas y minerales. Hay que hacer

hincapié en la ingesta de verduras, frutas, hortalizas combinadas con farináceos (arroz, pasta, legumbres, patatas…), sin olvidar los alimentos de origen animal (carne, pescado y huevos). Específicamente hay alimentos que favorecen la producción de serotonina, como son los cereales integrales, el aceite de oliva, el pescado azul, las nueces, las semillas de girasol y los quesos frescos.

•  Mantener el cuerpo hidratado ingiriendo unos dos litros de agua al día; esto puede ser complementado con infusiones y con zumos.
  •  Intentar dormir ocho horas diarias, o las que sean necesarias para sentirnos descansados.
  •  No fumar, no tomar bebidas alcohólicas, no abusar del café ni de las bebidas excitantes.

•  Realizar un ejercicio moderado al menos durante 30 minutos al día, o dar paseos de 40 a 50 minutos.
  •  Llevar un ritmo de vida ordenado, unos horarios fijos para acostarse, levantarse y comer.

En ocasiones, a pesar de cumplir con todos estos requisitos, también puede ser necesario el aporte de un reconstituyente a base de vitaminas, minerales y extractos de plantas como el ginseng o la jalea real, pero éstos deben tomarse siempre bajo prescripción médica y solamente durante un tiempo limitado

• Tratar de realizar ejercicio físico durante el día, a ser posible por la mañana, o al menos salir a pasear, ir a hacer la compra, realizar alguna actividad que en caso de poca movilidad podría reducirse a algunas tareas en el hogar.
• Organizar bien el horario para acostarse y levantarse por la mañana siguiendo una rutina diaria y siendo constantes.
• Crear un ambiente agradable en la habitación en la que se duerme, manteniendo el orden, una buena temperatura, evitar los ruidos y la televisión…
• Evitar bebidas con cafeína, el alcohol y el tabaco.
• Dormir una siesta corta, de no más de 20-30 minutos.