Miles de personas acompañaron a la patrona por las calles del municipio en un desfile procesional que contó con numerosos momentos llenos de emoción

Los roqueteros volvieron a demostrar un año más su fervor por la patrona del municipio en la emotiva procesión en honor a la Virgen del Rosario que se celebra cada 7 de octubre. Las calles se llenaron de fieles que acompañaron a la Virgen y le dedicaron rezos, canciones y vítores. La procesión de la patrona se erige en uno de los momentos más esperados del año para miles de roqueteros, una tradición que guarda la esencia del pueblo roquetero, abierto y hospitalario.

Tras la misa, que estuvo cantada por la Coral Polifónica de la ciudad de Roquetas de Mar, comenzó la procesión. La Plaza de la Constitución se llenó para ver la salida de la patrona. A la procesión acudieron numerosas autoridades, entre las que se encontraba Gabriel Amat, alcalde de Roquetas de Mar. En el desfile la Virgen estuvo acompañada por la música de la Unión Musical Roquetas de Mar.

A lo largo del recorrido se le cantó a la Virgen en diferentes ocasiones. El Dúo Alma, Cristina Guerrero, el Coro Salinero Virgen del Rosario y la Coral Polifónica de Roquetas de Mar le dedicaron canciones a la Virgen. Las petalás también se realizaron con generosidad, al igual que levantás especiales. Entre estas se pueden citar la protagonizada por el alcalde, por la Guardia Civil, por los costaleros, por José Juan Rubí, concejal de Deportes y Tiempo Libre, por la Policía Local…, y la última que hizo el sacerdote Antonio de Mata Cañizares.

Al pasar por la puerta de la Policía Local se le cantó de nuevo a la Virgen y se le dedicó la mayor petalá de la noche. También se desplegó un cartel gigante en la fachada con una imagen de la patrona en el que se podía leer: “¡Viva por siempre Roquetas y su Virgen!”. Este acto fue previo al espectáculo piromusical que se produjo en la rotonda cercana a la Policía, después de la actuación de la Coral Polifónica. El espectáculo de música y fuegos artificiales duró varios minutos, en los que los roqueteros dejaron su mirada fijada en el cielo para disfrutar del acontecimiento.

Este año la procesión volvió a contar con un niño que portaba una olla con papeletas en su interior. Es una forma de recordar cómo se hizo la elección de la patrona de Roquetas de Mar en 1797. En una olla se colocaron papeletas con los nombres de las imágenes que había en la iglesia. Un niño fue el elegido para sacar una papeleta, en la que se estaba escrito: “Virgen del Rosario”.

Después la procesión enfiló la recta final y pasó por la calle San José, lugar donde en el suelo se dibujó una alfombra de sal con motivos que homenajeaban a la Virgen. Antes de finalizar el Coro Salinero Virgen del Rosario volvía a cantarle a la patrona. La imagen de la Virgen regresaba al templo sobre las doce la noche, mientras la Unión Musical Roquetas Interpretaba el himno de España. Una vez dentro, la música continuaba por última vez de nuevo con la Unión Musical a la que se unió la interpretación al violín de Alejandro Torrente. Una vez dejaron de sonar los acordes, todas las personas que participaron en la procesión se fundieron en múltiples abrazos, las lágrimas de emoción brotaron por el trabajo bien hecho y el amor a la Virgen del Rosario.

José Juan Rubí, concejal de Deportes y Tiempo Libre del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, felicitó a la Hermandad Virgen del Rosario y a todas las personas que han participado en la procesión por “el excelente trabajo que se ha realizado. Ha sido muy emocionante. Los roqueteros nos sentimos orgullosos de nuestra patrona y la procesión ha estado a la altura de este fuerte sentimiento. Ha sido el mejor colofón posible a nuestras fiestas”.

Tras la procesión las fiestas en honor a la Virgen del Rosario continuaron durante unas horas más. La atención se centró en la Plaza de la constitución con la actuación de la orquesta Pentagrama, las tracciones de feria y la feria de la noche en la Plaza Luis Martín.