El alcalde, Gabriel Amat, presidió la comitiva a la que asistió también el alcalde de Felix

Una emotiva y solemne procesión de la Virgen del Carmen cerró ayer las fiestas de Aguadulce en honor a la patrona de los marineros y pescadores. Tras la multitudinaria eucaristía celebrada en la parroquia, cientos de personas aguardaban la salida de la Virgen en los jardines que rodean al templo, llenos de expectación después de haber podido ver a la imagen en su traslado marítimo el pasado domingo.

Se hizo esperar y pasadas las 21.30 horas comenzaba el desfile procesional bajo una lluvia de pétalos de rosas, el anuncio de los primeros cohetes y el acompañamiento de la Unión Musical de Roquetas de Mar dirigida por Ignacio Bolívar.

A la Hermandad de la Virgen del Carmen, la más veterana de las hermandades roqueteras, le acompañaban representantes de las distintas hermandades del municipio. Tras el paso decorado con rosas amarillas, presidía la comitiva el párroco, Antonio Jesús Martín Acuyo, y el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, así como el acalde de Felix y concejales de la corporación roquetera, encabezados por la concejal delegada de Aguadulce, Francisca Toresano.

Nada más alcanzar la calle, los costaleros rindieron homenaje con una emocionante levantá a Julio Vázquez, vecino de Aguadulce recientemente fallecido, maestro, concejal del Ayuntamiento y parlamentario andaluz por el PP. La Virgen portaba en su honor un lazo negro en el jarrón derecho.

En la calle Guadalupe se volvió a engalanar la calle con pétalos y a anunciar el paso de la patrona con cohetes. Los fieles que la acompañaban empezaron entonces a entonar vítores y piropos a la Virgen mientras caía la noche.

Uno de los momentos más tradicionales se vivió a la llegada de la patrona a la Avenida Carlos III, donde le esperaba el músico Juan Rafael Muñoz, quien entonó el himno a la Virgen del Carmen. Poco después, el paso volvía a saludar con una levantá la casa de quien fuera durante años el hermano mayor, Florentino Manzano, en esta misma avenida, y de quien heredaron la devoción por la protectora de Aguadulce sus hijos, que forman parte activa de la hermandad en la actualidad.

Al final del boulevard se realizó un espectáculo pirotécnico, que fue el momento de mayor afluencia de fieles que caminaban junto a la Virgen. De vuelta al templo, de nuevo los cohetes y fuegos artificiales despidieron a la patrona.

José Juan Rubí, concejal de Deportes y Tiempo Libre del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, hizo un balance muy positivo de las Fiestas de Aguadulce al afirmar que «un año más los vecinos han participado activamente en las diferentes propuestas programadas. Las Fiestas que tenemos en el municipio durante el verano se convierten en un importante reclamo turístico y de ocio y las de Aguadulce, con sus tradiciones y actos religiosos como las dos procesiones, tienen un papel muy destacado y cada vez cuentan con más visitantes y repercusión».

Tras la procesión las fiestas continuaron durante unas horas más con las atracciones de feria y la actuación de Azul Mediterráneo en la Plaza Hermanos Martín Escudero. Las Fiestas de Aguadulce dijeron adiós hasta el año que viene con el trueno fin de fiestas.