La exposición ‘Francisco Ibáñez, el Mago del Humor’ que se inaugura mañana lunes a las 21 horas en el Museo Taurino de Roquetas de Mar,  es un recorrido por la obra del historietista Francisco Ibáñez, creador, dibujante y guionista de los personajes más célebres del tebeo español y que forman parte de nuestra infancia desde los años 50 hasta la actualidad.

El objetivo de la exposición es dar a conocer al visitante todos los matices que componen el icono que es hoy Francisco Ibáñez en el mundo de la ilustración y el tebeo de nuestro país. Se hace un repaso de su biografía y un análisis de su obra y de sus personajes principales. Así mismo se da a conocer su vinculación con las editoriales en las que desarrolló su trabajo a lo largo de su carrera, la evolución de su estilo y sus técnicas, sus motivaciones y el contexto social y cultural en el que se desarrolló su trabajo.

 

 

Es difícil encontrar en España a alguien que no reconozca a Mortadelo, al Botones Sacarino, a Pepe Gotera o a algún otro personaje de Ibáñez. Tanto los niños actuales como los que fueron niños hace 20, 30 ó 50 años, reconocen en Ibáñez al autor de las historietas que les hicieron y aún les hacen reír.

Francisco Ibáñez, el Mago del Humor supone una oportunidad única para su público, un público de todas las edades, compuesto principalmente por apasionados por los personajes de los tebeos de su infancia. Algunos visitantes se encontrarán de nuevo con ellos, pero otros, los que aún no han perdido esa maravillosa costumbre de leer tebeos y no precisen re-descubrirlos, podrán conocer en profundidad al autor de las historietas más divertidas de la historia del tebeo español.

Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936) es el creador, dibujante y guionista de los personajes más populares del tebeo español. Con una carrera alimentada por más de cincuenta años de trabajo, es el padre de Mortadelo y Filemón, El Botones Sacarino o Pepe Gotera y Otilio.

Saber adaptarse a los tiempos ha sido su piedra filosofal; a ella achaca el barcelonés su permanencia en la industria: tanto el que sus criaturas sean las más célebres de la historieta como el que siga vendiendo sus cómics por millones en todo el mundo.