Amaya, Estibaliz e Iñaki Uranga junto a Carlos Zubiaga ofrecieron una gran actuación el sábado en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar.
Amaya, Estibaliz e Iñaki Uranga junto a Carlos Zubiaga ofrecieron el pasado sábado un concierto donde evocaron a la nostalgia haciendo un repaso a las grandes canciones de El Consorcio. La familia Uranga, una saga de artistas formaron hace muchos años el grupo Mocedades, luego cada uno optó por carreras en solitario y luego se unieron en El Consorcio.
El concierto gustó muchísimo al público ya que fueron muchas canciones muy conocidas las que sonaron a lo largo de dos horas. Se notó que entre los hermanos Uranga hay confianza y muchos años juntos sobre el escenario. El repertorio se inició con ‘Vendedor’, donde Amaya Uranga puso de relieve su bella y gran voz.
ontinuó la noche con temas como ‘Charango’, ‘Búscame’, ‘La otra España’, Cantinero de Cuba’ y ‘Palabras de amor’. Estibaliz recordó que hacía mucho tiempo que no actuaban en Roquetas. “La última vez que estuvimos aquí en este magnífico Teatro Auditorio llevaba muy poco tiempo inaugurado. Estoy encantada de que hayáis venido a vernos en esta gira que denominamos de despedida”.
“Os damos las gracias por habernos dado tanto cariño en todos estos años” comentó Estibaliz al tiempo sonaban canciones como ‘Para Vivir’, ‘Frenesí’, ‘Las muchachas’ y ‘Tómame o déjame’. Amaya Uranga gastó bromas a lo largo de la noche con su hermano Iñaki Uranga, mientras sonaban canciones como ‘Loca’, ‘Donde estás corazón’, ‘Eres tú’ y ‘Cha ca Cha del tren’.
Muchas de las canciones eran coreadas por el público, habiendo momentos de gran emoción a lo largo de la noche. Amaya Uranga recordó que “ahora somos El Consorcio y en un futuro cuando grabemos otro disco seremos el Insercio y la primera canción se titulará ‘¿Dónde están las pastillas?, comentaba la veterana cantante entre risas.
La parte final del concierto fue con canciones tan conocidas como ‘Secretaria’, ‘Amor de hombre’ y ‘Adiós amor’. El grupo se mostró feliz de haber actuado en Roquetas, un lugar con mucha magia y el público salió encantado.