Joaquín Moreno y Francisco González han sido recibidos por Gabriel Amat para para compartir sus éxitos conseguidos en el Mundial ITF celebrado en Hungría.

Gabriel Amat, alcalde de Roquetas de Mar, ha recibido en el Ayuntamiento a los taekwondistas roqueteros del Club Hana Joaquín Moreno y Francisco González, que a mediados de octubre se proclamaron campeones del mundo en el VI World Cup ITF celebrado en Budapest, Hungría.

Moreno y González se colgaron el oro en la modalidad de combate preestablecido. Unos días antes Moreno también conquistó el oro en la modalidad de técnica. Estos resultados suponen un hito en la historia del taekwondo ITF de Roquetas de Mar, algo que, como apunta José Miguel Martínez, entrenador de los chicos y responsable del Club Hana, “no había ocurrido en la historia. La idea era que participasen para adquirir experiencia y han vuelto con dos oros. Lo que han conseguido estos chicos es un sueño porque llegar tan arriba es casi imposible”.

Gabriel Amat ha felicitado a los jóvenes campeones por sus logros y les ha insistido en que lo más importante para ellos es que no descuiden sus estudios, y que sigan apostando por el deporte como complemento a su formación académica y personal.

Amat afirmó que “es un orgullo recibir a Joaquín y a Francisco, dos personas que han dejado el pabellón bien alto porque son campeones del mundo de taekwondo. Les doy las gracias a ellos por el esfuerzo que hacen y por su trabajo para conseguir estos éxitos deportivos, y a sus padres, que confían en sus maestros de este deporte. Estamos muy orgullosos”.

Los medallistas se mostraron muy ilusionados al ser recibidos por el alcalde para compartir sus triunfos. Para Joaquín Moreno, la experiencia ha sido inolvidable, primero porque a sus 14 años nunca había subido en un avión y viajado tan lejos, y después porque a nivel competitivo “ha sido impresionante. Sabía que iba a ser complicado, no esperaba pasar tantas rondas y mucho menos haber ganado”.

Francisco González, de 13 años, se sorprendió por el alto nivel de la competición, que calificó con un un sincero “¡Madre mía!”. Ganó el oro junto a Moreno en combate preestablecido. Reconoce que la primera ronda fue la más difícil por los nervios que se pasan. González recuerda que para conseguir estos resultados “nos machacamos en el gimnasio entrenando todos los días”.

Al acto también asistió Ana María Cáceres, árbitro internacional que participó en el Mundial. Cáceres ensalza estos triunfos porque “hace muchísimo tiempo que no se conseguía una medalla, y menos de chicos del pueblo y estoy súper orgullosa de ellos. Son niños que no salen del gimnasio, están siempre entrenando y lo que han conseguido ha sido gracias a su esfuerzo. Todos hemos ayudado, pero el trabajo ha sido de ellos”.