Alejandro Sanz sigue desatando pasiones en sus conciertos. El martes por la noche llegó a Roquetas con su gira ‘Sirope’ y durante dos horas hizo un recorrido por su nuevo disco y por sus canciones más conocidas ante el delirio del público que llenó la Plaza de Toros roquetera. Hubo público de distintas ciudades españolas e incluso se vieron algunas caras conocidas como la del guitarrista Tomatito.

En una noche calurosa, Sanz se entregó a su público desde el principio al fin. Con vaqueros, camiseta y camisa negra, Sanz disfrutó de un concierto en el que tocó el bajo, el piano y la guitarra española.  Un gran momento de la noche fue el tema Lo ves que hizo como primer bis de la noche. El público quedó fascinado con una actuación sobre un escenario, que causó sensación desde el primer momento.

Todas las canciones iban acompañadas de proyecciones audiovisuales, que no dejaron indiferentes, al igual que los triángulos de led que formaban figuras geométricas que subían y bajaban iluminando el escenario. A lo largo de la noche no faltaron canciones como ‘Quisiera ser’, ‘La música no se toca’, ‘Amiga’, ‘Y si fuera ella’ y ‘Corazon partío’ que provocó una revolución entre el público.

 

“Me da mucho gusto verles, porque ya hacia unos años que no venia por esta plaza y me da mucho gusto volver. Nosotros tenemos una misión muy importante que cumplir y es que ustedes lo pasen bien esta noche. Vamos a ponernos manos a la tarea a ver si lo conseguimos”, señalaba el cantante a pocos minutos de iniciar su concierto en Roquetas.

“De las cosas mas importantes que se pueden tener es un abanico y un sueño”, señalaba Sanz en una noche en la que apretaba el calor. Otro gran momento de la noche fue escuchar la voz de Alejandro Sanz con el acompañamiento de Sara Devine en la canción ‘Paradise’. Fue uno de los momentos gloriosos de la noche.

Cuando ya se llevaban 80 minutos de concierto, Alejandro Sanz anunciaba al público que había refrescado y que “todo lo que empieza tiene un final”. El cantante dio las gracias por “el calorcito del corazón que nos brindan, gracias por haber venido y espero que lo hayan pasado bien.  El escenario es nuestro paraíso que respetamos mucho porque están ustedes ahí básicamente. Muchas gracias”. «Yo de pequeño tenia un sueño», dijo al comenzar, y «era estar aquí con vosotros» acabó diciendo el artista.

Sanz estuvo acompañado por una banda formada por 5 hombres y 4 mujeres procedentes de España, Estados Unidos y Cuba: Mike Ciro (Director musical, guitarra), Alfonso Pérez (Piano, teclados y coro), Nathaniel Townsley (Batería), Brigitte Sosa (Bajo) y Sara Devine (Coros), así como con Crystal «Rovel» Torres (Trompeta), Glenda del E (Piano y coros), Freddy «Fuego» (Trombón) y Víctor Miralles (Saxofonista y clarinetista).

Hay que subrayar que el espectáculo causó sensación a lo largo de la noche, porque parecía que el escenario estuviera vivo, formado por más de 200 motores de velocidad variable que se vio acompañada de hasta 130 metros cuadrados de pantallas de LED y más de 200 móviles. De la mano de las últimas tecnologías en esta gira contó con Kinetic Lights System para toda la iluminación del espectáculo.