El artista alemán inaugura su exposición a las 20:00 horas.

Hace ya 25 años que llegó a Almería. Waldi Wrobel, es un pintor alemán que después de una estancia en Estados Unidos descubrió la provincia de Almería. Primero vivió en Felix en un cortijo, luego se fue a San José, aunque definitivamente se ha instalado en Aguadulce. Este gran pintor inaugura mañana jueves a las 20 horas una exposición en el Teatro Auditorio de Roquetas que es como una muestra antológica de sus 25 años en Almería.

Waldi Wrobel es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Munich. Ha realizado casi cincuenta exposiciones individuales en galerías y museos de Alemania, Suiza, Austria, Estados Unidos y España, donde lleva residiendo desde hace 25 años; concretamente, en la provincia de Almería. Ha trabajado la pintura, el dibujo, la escultura y la instalación, e igualmente se ha dedicado a la decoración cinematográfica y al diseño de elementos para diferentes empresas, compañías aéreas, etc.

Diversos municipios y establecimientos hoteleros, así como clientes particulares de España y de fuera de nuestro país le han encargado la realización de pinturas murales, bajorrelieves y otras obras para sus instalaciones y viviendas. Esculturas en espacios urbanos de su autoría pueden verse en Almería y Níjar, y obras suyas forman parte de la Colección de la Fundación Varsovia (Polonia) y del Palacio de Congresos de Madrid.

La exposición que inaugura mañana en Roquetas de Mar tiene como objetivo desarrollar una muestra del recorrido artístico de Waldi Wrobel durante los 25 años que lleva residiendo en la provincia de Almería. Las obras de la exposición se presentan como el reflejo de la naturaleza que el autor traduce en su propio lenguaje artístico, fuertemente influenciado por las filosofías orientales: tierra, agua, fuego, viento y vacío; es decir, los cinco elementos de la naturaleza en Japón.

De acuerdo con este pensamiento, cercano a los postulados del zen, Waldi Wrobel pretende que el espectador se detenga un instante a contemplar, sentir y pensar, tratando de percibir el ritmo de la naturaleza cambiante y el lenguaje del silencio y del vacío. El suyo, por tanto, es un arte sobrio y depurado, desnudo y equilibrado. En su abstracción pretende indagar el lenguaje de lo universal por medio de un planteamiento fuertemente intuitivo que expresa el concepto de la simplicidad y la libertad, sin trampas ni artificio, natural y delicado.

Su primera  exposición de pintura fue en el año 1987 en la sala de Unicaja en Almería. “Desde ese tiempo he realizado un gran número de exposiciones. Recuerdo con mucho cariño mi participación en la Bienal que organizó Fernando Barrionuevo”. El artista apunta que “me decidí a quedarme porque Almería tiene el mismo clima que California y encima estaba en Europa, mas cerca de Alemania. Yo me siento muy europeo, porque Estados Unidos es muy bonito pero prefiero Europa”, comenta Waldi Wrobel.