Este curso cuentan además con el nuevo sistema de pictogramas que se instaló en la piscina de forma pionera en Andalucía”, recuerda el concejal Francisco Martínez.

La concejalía de Voluntariado ha retomado este mes los talleres de natación en colaboración con las aulas específicas para niños con trastorno del espectro autista (Aulas TEA) de los centros educativos del municipio que se celebran en el CDU Juan González Fernández de El Parador. Una actividad de la que se benefician una docena de escolares y para la que el Ayuntamiento de Roquetas de Mar facilita el transporte y la asistencia de varios monitores.

“Un curso más ponemos en marcha estas sesiones semanales que aportan numerosos beneficios para este grupo de escolares de nuestro municipio en cuanto al desarrollo de su autonomía y su sociabilidad”, explica el concejal, Francisco Martínez, quien recuerda que “desde el pasado marzo, estas instalaciones municipales cuentan con casi un centenar de pictogramas para facilitar la comunicación de las personas afectadas con TEA, que son de gran ayuda para la celebración de estos talleres”.

Los pictogramas, que fueron cedidos por el colectivo ARASSAC de Zaragoza, suponen una herramienta de información y señalización que representan de una manera visual y esquemática el uso de cada espacio del CDU Juan González y “fueron instalados en un edificio municipal en Roquetas de forma pionera en Andalucía”, subraya Martínez.

El concejal ha querido también agradecer el trabajo de los voluntarios, que se suman a los educadores de los distintos colegios y al personal del CDU, “sin quienes estos talleres no se podrían celebrar, ya que en la piscina es necesario que haya un responsable por cada dos menores”, aclara.

Juegos para desarrollar distintas capacidades

En los talleres, los escolares realizan distintas actividades y juegos, diseñados para desarrollar distintas capacidades, como ha destacado en distintas ocasiones la docente del Aula TEA del CEIP Trinidad Martínez, Patricia Rodríguez: “Esta actividad es muy esperada y disfrutada por los niños y tiene muchas ventajas para ellos. Por un lado, porque les familiariza con el agua y les enseña a defender en el medio acuático, algo fundamental en nuestro municipio; por otro, porque les aporta rutinas de trabajo para favorecer su autonomía en el cuidado personal, que no se pueden trabajar de otro modo, además de proporcionarles una actividad grupal colaborativa y les hace trabajar la sociabilización que luego trasladan a otros escenarios”.