El público disfrutó durante dos horas de la brillante actuación de la formación dirigida por Sainz Alfaro.
Triunfo apoteósico de la Orquesta Filarmonía, dirigida por Sainz Alfaro en el concierto de Año Nuevo ofrecido el miércoles en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. Esta formación sinfónica que lleva 13 años desde su creación demostró su nivel artístico con un concierto centrado en la familia Strauss a base de polcas y valses.
Sainz Alfaro dirigió a la Orquesta que comenzó su brillante intervención con la obertura ‘El Barón Gitano’ de Johann Strauss. Continuó con la polca Fiesta de las Flores y el vals ‘Voces de primavera’. En esta pieza participaron Gemma Pagés y Constantin Razvan del Ballet de Cámara de Madrid. Luego harían el vals ‘La libélula’ y la polca ‘Tik-Tak’.
Luego haría el vals ‘Delirio’ de Josef Strauss y cerraría la primera parte del concierto con las polcas ‘Jockey’ y ‘Sin preocupaciones’. En esta primera parte, la Orquesta demostró su profesionalidad. Sainz Alfaro, con su particular forma de dirigir, fue explicando cada una de las piezas, haciendo participe al público en más de unos de los temas compuestos por la familia Strauss.
Pero la Orquesta Filarmonía más allá de la música, también a veces juega con la interpretación. En la segunda parte, la formación dirigida por Alfaro comenzó con ‘El emperador’ donde participaron Gemma Pagés y Gabriella Delgado al baile, para continuar con la polca ‘Pizzicato’. Luego hicieron las polcas ‘El Molinillo’ y ‘Polca China’. No faltaron ‘Bombones de Viena’ un excepcional vals que dio paso a las polcas ‘Champan’ y ‘El Vuelo’.
Cerraron con el Bello Danubio Azul, aunque el público quería más. Por ello, Sainz Alfaro que sustituía a Pascual Osa, quiso interpretar el villancico ‘Noche de paz’ y concluir definitivamente con la Marcha Radetzkic, que fue interpretada también por el público a ritmo de palmadas.
Tras el concierto y como era el Día de Año Nuevo, el Ayuntamiento de Roquetas invito a todo el público a una copa de champan. Entre las personas que brindaron por el nuevo año y que no quiso perderse el concierto se encontraba el obispo de Almería, Adolfo González.