El público llenó el patio del Castillo y hubo gente que se quedó en la calle porque el aforo estaba totalmente completo.
La cantaora Sonia Miranda mostró su duende flamenco con un gran recital el pasado jueves en el Castillo de Santa Ana en Roquetas de Mar. En el espectáculo que ofreció hizo un paseo ‘verso a verso’ entre vivencias vividas entre sus dos trabajos discográficos ‘Garabato’ y ‘Casita del panaero’.
En Roquetas, la cantaora estuvo acompañada por las guitarras flamencas de Hugo del Pino y David Rodríguez; el piano y el acordeón de Encarna Martínez; la percusión de Salvador Martos; los coros de José Luis Plaza y Trini Rodríguez. Al baile estuvo Carmen Rubí, que lo hizo magistral ante un público entregado.
Con un lleno histórico en el Castillo de Santa Ana, Sonia Miranda inició su recital cantando ‘El Alma’, para luego continuar con una ranchera donde destacó el acordeón de Encarna Martínez. Luego interpretó ‘Te quiero mucho’ y ‘Mi amigo’ con el acompañamiento del piano.
En el ecuador del concierto hizo una zambra donde contó con la participación de Carmen Rubí al baile. Luego continuó con la Tarara y Mariana. Luego haría unos tangos que entusiasmaron a público. El recital en su parte final tuvo a una Sonia Miranda muy flamenca cantando por bamberas, un palo que domina la cantaora, para luego hacer unas alegrías y acabar con unas bulerías. Luego llegaría el fin de fiesta.
Sonia Miranda, cantaora sevillana y almeriense de adopción, empieza su carrera dentro del flamenco en 1998 de la mano de José ‘El de la Tomasa’; posteriormente obtiene distintas Becas que la llevan a la Fundación de Arte Flamenco “Cristina Heeren” donde se siguió formando al lado del Naranjito de Triana y del mismo José , entre otros.
Iniciándose como tantos otros en los concursos, posee numerosos premios nacionales y desde hace tiempo, viene interviniendo por toda la geografía flamenca, cantando en las principales Peñas de España y fuera de nuestras fronteras, destacando su participación en Festivales Internacionales en Nueva York, Berlín, Grenoble, Miami, Lille, entre otros, al lado de artistas de reconocido prestigio como Rafael Campallo y Manuel Soler, últimamente acompañando a Miguel A. Cortes.
Su marcada personalidad viene caracterizada por una dulzura emocionante en el tratamiento del cante, la profundidad con que aborda los estilos, la belleza de su melisma flamenco y su largueza cantaora, son contundentes razones para alabar su constante progresión.