El Consistorio roquetero destaca que con esta medida también se ha conseguido reducir en más de 1.200 toneladas la emisión de CO2 en un año, lo que equivale a 2.500 vehículos
El Ayuntamiento de Roquetas de Mar ha renovado un total de 8.657 luminarias de alumbrado exterior por otras con tecnología LED. Esta actuación, cofinanciada en un 80% por fondos FEDER, ha supuesto un ahorro energético de 5,1 millones de kWh al año, lo que equivale a un ahorro económico de más de 700.000 euros durante todo 2023. Además, la renovación del alumbrado exterior ha permitido reducir las emisiones de CO2 en 1.250 toneladas al año, una cifra equivalente a la emisión de 2.500 vehículos al año.
El alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, ha destacado que esta actuación “es un paso más en nuestro compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética. Con esta renovación, Roquetas de Mar se convierte en una ciudad más limpia y respetuosa con el medio ambiente”.
Las luminarias LED tienen una vida útil de 50.000 horas, lo que supone un ahorro de costes tanto en consumo como en mantenimiento. Además, la renovación del alumbrado exterior también contribuye a mejorar la seguridad ciudadana y la movilidad en las calles del municipio, a la vez que limita el resplandor luminoso nocturno o contaminación luminosa y reduce la luz intrusa o molesta.
Tres lotes
Las obras se han realizado en tres lotes, que han afectado a las zonas de Aguadulce, Roquetas Centro y Las Losas, y a la Urbanización de Roquetas de Mar. En Aguadulce se han cambiado un total de 2.647 luminarias, junto a la instalación de 11 sistemas de telegestión y 45 centros de mando. Además, se han sustituido 948 metros de cableado y 164 soportes de tipo columna, así como brazo mural y ornamental.
Por otra parte, en Roquetas centro y Las Losas se han realizado 5.080 cambios de luminarias, con 15 sistemas de telegestión y 81 centros de mando, 1.498 metros de cableado y 10 soportes. Finalmente, en la Urbanización se han sustituido 987 luminarias junto a 5 sistemas de telegestión y 20 centros de mando.
Sin duda, se trata de una actuación que tiene un impacto positivo en el medio ambiente y en la economía del municipio. La reducción del consumo energético y de las emisiones de CO2 contribuye a luchar contra el cambio climático, mientras que el ahorro económico permite destinar recursos a otras prioridades municipales.