Su último espectáculo fue presentado el sábado en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar.
La programación de otoño en el Teatro Auditorio de Roquetas no pudo comenzar mejor el pasado sábado con un espectáculo de humor, un espectáculo a base de sketches cómicos tuvo al público durante dos horas sin parar de reír.
Sobre las tablas cuatro grandes cómicos que presentaron ‘Aquí sufriendo’ una comedia libre, sarcástica, borde y absurda que protagonizaron Paco Calavera, Álvaro Vera, Pepe Céspedes y Kikín Fernández. Los cuatro juntos, o por separado ofrecieron una variedad de personajes, donde la nota siempre fue el humor hecho desde Almería.
El espectáculo producido por Kuver ofrecía un humor cercano, unas historias de todos conocidas pero donde cada cómico ofrece su toque más personal. Por eso, cuando Pepe Céspedes y Paco Calavera hacen de figurantes de la serie ‘Juego de Tronos’ y Alvarito aparece interpretando a Daenerys Targaryen con su gran melena blanca, el público solo puede reír y reír.
Al principio también hay un sketch donde se hace un guiño a los rodajes de películas del oeste en Almería. También hay un momento fascinante cuando se encuentran en el espacio Pepe Céspedes, Kikín Fernández, Alvarito y Paco Calavera. Alvarito es un cómico tan completo que en muchas ocasiones provoca las carcajadas ya no solo por lo que dice, que lo borda, sino por sus movimientos, sus poses y sus caras. Es fantástico.
Kikín Fernández es el cerebro de esta compañía que componen los cuatro cómicos. Es un artista con unas ideas fascinantes. El sketch donde aparece sentado en el Paseo Marítimo tomando una cerveza, haciendo el vago, y se encuentra con Alvarito y se produce un dialogo que ni ellos entienden, es otro de los momentos cumbres del espectáculo.
Se trata de un espectáculo inusual, que explora sin respeto ninguno, las heridas que la derrota y la crisis van dejando en el subconsciente colectivo. El público disfrutó de una comedia teatral que se ríe del fracaso y recurre al humor absurdo para enfrentarse al estado anímico de la nación. Una galería de personajes a punto de explotar, forzados a convivir en situaciones límite, escenas de la vida misma.
Evidentemente, con el espíritu socarrón que inspira el texto y el compromiso con la comedia de esta compañía, el resultado no pudo ser otro que la carcajada. En definitiva, fue una ocasión para reír sin limitaciones.