La actriz al final de la función descubrió la butaca que lleva su nombre en el Teatro Auditorio de Roquetas, arropada por las 1.000 personas que acudieron a verla en la última función de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro
Concha Velasco regresó a Roquetas con el montaje ‘Reina Juana’ con el que se cerraban las XXXIV Jornadas de Teatro del Siglo de Oro. Un Teatro Auditorio con una gran asistencia de público recibió a la veterana actriz que estuvo durante hora y media con un monólogo, donde dejó constancia de lo buena intérprete que es.
Con un gran dominio del espacio escénico, Concha Velasco estuvo brillante, interpretó a Juana la Loca, un papel que borda por su expresividad gestual. No es fácil hacer un papel que tiene ciertas complejidades, pero Concha Velasco se mete en las entrañas de la protagonista y conduce toda la obra con profesionalidad, dejando entusiasmado al público, que al final se preguntaba cómo puede tener esa memoria.
Con una escenografía sencilla, donde aparecía un reclinatorio y un lecho, Concha Velasco ofrece una obra sin altibajos, donde la maestría de la actriz tiene en todo momento atento y expectante al público, con un texto fascinante.
Tras acabar la función, Concha Velasco fue tajante al asegurar que “la representación de esta noche ha sido muy emocionante en este maravilloso Teatro Auditorio de Roquetas de Mar, donde estuve hace unos años con Hécuba. Además hoy me van a poner una butaca”.
“Me preguntaba yo y estaba algo preocupada porque no sabía si se iba a llenar el Auditorio, pero aquí en Roquetas demuestran que aparte del clima y del azul del cielo, a ustedes le sigue gustando venir al Teatro. Les doy la enhorabuena a la gente que dirige este Teatro con el buen sentido que lo llenan”.
“En esta obra necesito una concentración especial, y realmente no he escuchado ni un móvil, ni una tos, ni nada de nada. Esta tierra me la conozco muy bien porque mis hijos tienen sangre de aquí, son guapos, simpáticos y cariñosos. Los de aquí son así, eso si un poquito locos. El cielo de Almería no se parece a ningún otro, hay cielos bonitos, pero como el cielo de Almería, ninguno” subrayó al tiempo que explicó que “la butaca que lleva mi nombre es la butaca de un gran amigo mío, Manuel Carmona, al que conozco hace 50 años”.
El Teatro Auditorio rendía un gran homenaje a Concha Velasco recibiendo tal distinción de manos de la teniente de alcalde, Eloísa Cabrera y la concejala de Cultura, María Dolores Ortega. Luego la actriz bajó al patio de butacas donde descubrió la placa y se sentó en su butaca, ante el aplauso de todo el público que llevaba minutos en pie.