Detalles como las diferentes petalás, canciones, juegos artificiales o un pasillo de sal enriquecieron una procesión que se supera año tras año
La procesión de la patrona es uno de los momentos más esperados del año para los roqueteros. Por eso, miles de fieles volvieron a demostrar un año más su fervor por la Virgen del Rosario saliendo en procesión por las calles del centro del municipio, dedicándole rezos, canciones, flores e incluso fuegos artificiales.
Tras la misa, que estuvo cantada por la Coral Polifónica de la ciudad de Roquetas de Mar, comenzó la procesión. La Plaza de la Constitución se llenó para ver la salida de la patrona donde el alcalde, Gabriel Amat, hizo la primera levantá de la velada, dedicada al pueblo de Roquetas. El momento estuvo arropado por el dibujo de la Virgen plasmado en un bello cuadro con la imagen de la patrona por la que los costaleros pasaban al compás de los campanilleros, con una salida extraordinaria y elegante, llamada `Como tú, ninguna´.
Durante el recorrido se realizaron diferentes petalás y levantás. La primera lluvia de flores fue de la mano del grupo joven de la Hermandad Virgen del Rosario. Más adelante, en el cuartel de la Guardia Civil, el pregonero de este año y a la vez costalero, Ángel Berenguel, le rezó cantándole a la patrona unas sevillanas desde lo más profundo. Al principio de la calle Real el coro Salineros del Rosario le dedicó, de nuevo, la tradicional sevillana. Luego, en el cruce con la calle Cid llevó a cabo otra petalá al ritmo de Dúo Alma. Ya en la puerta de la Policía Local, uno de los momentos más esperados de la procesión, al compás de la marcha Rocío y cantada por Dúo Alma, se desplegó una pancarta de ‘Nuestra Patrona de Roquetas’ y comenzó la tradicional lluvia de pétalos.
Continuaron al compás de ‘Encarnación Coronada’ hasta llegar a la rotonda, donde le esperaba la Coral Sinfónica de Roquetas y el conocido castillo piromusical. Con más de medio recorrido realizado, entraron por la calle San José con la esperada alfombra de sal, realizada por la Hermandad Virgen del Rosario. En su paso por la calle, los vecinos alabaron a la Virgen con tres petalás y con cantes y vítores de ¡guapa! y ¡bonita! Ya de regreso, entrando en su plaza, el coro volvió a cantarle otra de sus sevillanas junto con la llegada a la iglesia al ritmo de la banda municipal de Roquetas de Mar con la clásica canción `Mi amargura´.
Un final emotivo, donde todo el cuerpo de acólitos esperaban a la Virgen perpetua para disfrutar de los últimos momentos de la procesión, con la banda resonando dentro de la iglesia, el paso bailando y los corazones estremeciéndose de nuevo. Viva la Virgen del Rosario.