El artista asegura que Roquetas siempre le ha tratado de maravilla
Sensato, amable y natural como la vida misma. Cantante con alma y piel de poeta. Así lo demuestran sus letras. Así lo refleja él. Para que nunca se duerman los sentidos. Segundos previos al inicio del acústico en el Teatro Auditorio…
– Bienvenido una vez más al Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. Es un privilegio tenerte enfrente. ¿Cómo te sientes de tocar tu música aquí? ¿Qué recuerdos tienes del municipio?
Alguna gira ya la hemos empezado aquí, ya he venido en otras ocasiones y siempre tengo un buen recuerdo porque en todas las ocasiones se me ha tratado de maravilla. Se nos trata muy bien aquí, a los músicos, a los artistas. Este lugar es estupendo para hacer conciertos con lo cual es una alegría, tanto por el trato recibido como por la alta expectación. Cuando van faltando pocos días voy preguntado cómo va y la respuesta siempre es positiva. Me cuentan que se han vendido todas las entradas. Esto ayuda.
– En Roquetas de Mar tienes gente que te quiere mucho y que siguen tu carrera artística desde siempre. Público de todas las edades: padres, madres e hijos que han heredado el buen gusto musical. Como bien sabes, aquí, se agotaron las entradas muy rápido. ¿Cómo vas a recibirlos?
Intento hacer siempre un concierto a la altura, de lo que se espera, hacer un concierto generoso. Nunca tengo prisa en el escenario. Cuando salgo al escenario veo a la gente contenta y si todo va bien y el concierto fluye. Hay alegría y la gente lo está pasando bien yo tiro hacia delante. Mi sorpresa es dar todo lo que se pueda para que todos pasen una buena noche.
– ¿Nos adelantas algo sobre tu nuevo disco? Se espera para el próximo año.
No se puede porque eso no trae buena suerte. Se empieza a trabajar y poco a poco se va viendo por qué camino vamos a tirar, qué derrotero vamos a tomar. Se procura trabajar mucho para tener dónde elegir, escoger lo mejor.
– Estoy al tanto de que no te gustan las redes sociales y que le das vacaciones a tu móvil de forma frecuente. ¿Qué consejo le darías a cualquiera que no pueda vivir sin estar pegado a la red?
No soy anti nada, soy pro vida mía, natural y tranquila, dentro de lo posible. No pretendo indicar el camino a nadie ni pretender que algo esté bien o mal. Todo es relativo y evidentemente cualquier cosa si se abusa de ella, puedes caer en una enfermedad. Hasta el amor lo es, incluso la tortilla de patatas. Si abusas puedes acabar en el hospital (risas). Las redes imagino que pasará lo mismo. Yo no tengo ese interés, lo digo con todo el respeto de quien sí las utiliza, me parece genial, si una persona es feliz, no hace daño a nadie y lo hace de forma razonada, mientras no se convierta en una patología, perfecto. Yo tiendo más a otro tipo de cosas que me gustan para llenar mi tiempo. La lectura, la pintura, pasear, encontrarme con amigos. No me veo capaz de tener 5.000 amigos en una red social. Prefiero tener a cinco y conocerlos. Tomar una cerveza con ellos, hablar, irnos a comer, hacernos un pequeño viaje, hacer unas migas en el pueblo. Soy más de ese estilo. Insisto y respeto, por supuesto, a quien lo haga, no pretendo ser pedante. Prefiero leer a esos escritores clásicos, a esos sabios, a esos escritores de páginas inmortales, `los páginas de oro´ en el mundo de la literatura, filosofía y poesía. Con todos mis respetos, mi tiempo es oro y prefiero invertirlo en leer a Benito Pérez Galdós o Balzac. Cada uno ha de buscar su camino y a mí me puedes decir hay siete caminos, pero yo te pediré que me dejes elegir, elegiré uno, o a lo mejor me invento otro que no me sugieres.
– Para finalizar… ¿cómo sería tu mundo de ensueño?
Un mundo en el que viviésemos abrazados a la naturaleza y no de espaldas. Un mundo en el que todos los seres humanos y seres vivos tuvieran cabida. Un mundo idílico, utópico, donde hubiese justicia social, igualdad social, un reparto equitativo de las posibilidades y que nadie abusase de nadie. Un mundo maravilloso, que no ha existido nunca ni existirá. Ese sería mi mundo idílico, donde todos fuésemos compañeros, hermanos de todos, ese mundo fraternal que las revoluciones han intentado proclamar y han fracasado estrepitosamente. Al menos un mundo, por pedir algo tangible, un mundo en el que pudiésemos cambiar el curso de los acontecimientos y esa concienciación que está habiendo entre la gente joven con lo de Greta Thunberg. Aunque realmente ya existan miles de personas, grupos ecologistas que luchan por parar el cambio climático. Pediría que los políticos y la gran macroeconomía se dieran con una puerta y vieran la luz. Vieran que hay que parar el cambio climático, que hay que modificar las energías que esta lucha puede crear nuevas vidas, nuevos hábitos y crearía nuevos trabajos. Empezar un mundo nuevo, sería maravilloso. Los hijos, los nietos, quien tenga, hay que pensar en ellos. No podemos ser egoístas y solo estar pensando en nuestro mezquino hoy. Hay que dejar un planeta que otros puedan habitar.
Un paseo por su trayectoria musical en acústico
Entre aplausos, la luz cálida de las velas y el sonido de la viola de Olvido. Manolo García con un hilo de voz daba inicio al acústico más esperado por sus fans roqueteros. Un paseo para recordar, para guardar en la retina y conservarlo en lo más profundo de allá, donde se quiera guardar. ‘Exprimir la vida’, ‘San Genaro’, o ‘Cierro la noche’, dieron el pistoletazo de salida a las tres horas de concierto que llenó en Teatro Auditorio. El concejal de Educación, Cultura y Juventud, Juanjo Salvador, asistió a la velada musical.
Acompañado en todo momento de su banda, el artista barcelonés brindó la oportunidad a los asistentes de escuchar sus canciones más míticas y clásicas con un ápice diferente: el íntimo sonido del acústico. ‘No estés triste’, ‘Pájaros de barro’, ‘San Fernando’, ‘Sara’, ‘Somos levedad’, ‘Para que no se duerman mis sentidos’, fueron algunas que tuvieron la oportunidad de ser escuchadas.
El cantante, medio o poeta entero, mantuvo durante todo el tiempo una cercanía impecable, acercándose a las butacas de los asistentes, cantando y saludando. Lo mismo tocaba los timbales que silbaba con la armónica. Un concierto protagonizado por la naturalidad de García, por su experiencia en los escenarios y por el calor de la gente.
La velada musical culminó con ‘Giro teatral’, pero el público, no contento, le reclamó ‘Insurrección’, y así fue. El compositor que canta en castellano antiguo se despidió muy agradecido por el trato recibido e insistió en el buen trato por parte del director del Teatro Auditorio, Juanjo Martín, que le obsequió con un ramo de flores. Asimismo, el artista también tuvo en consideración el gran trabajo que realizan los técnicos del Teatro. “Gracias Juanjo por tus buenas intenciones siempre y a todo el equipo que le acompaña”.
En palabras del concejal de Educación, Cultura y Juventud, Juanjo Salvador, “ayer fue un espectáculo único. El Teatro Auditorio estuvo lleno. Tres horas de concierto inolvidables. Manolo García estuvo entregado, interactuó muchísimo con el público. Tres horas de cantar canciones de cuando éramos más jóvenes. Por supuesto, seguimos trabajando para dar la mejor programación al Auditorio y para seguir posicionándolo como uno de los mejores auditorios que tenemos en nuestra comunidad autónoma”.