Destacar el trabajo actoral de todo el reparto en una obra de 100 minutos
El Teatro Auditorio de Roquetas de Mar acogió el sábado una representación teatral con sello propio que no dejó a nadie indiferente. El montaje ‘El Jurado’ de Luis Felipe Blasco intentaba hacer justicia, aunque al final salen a colación situaciones a veces nada justas de algunos de los miembros de ese jurado.
Los miembros de ‘El Jurado’ que se reúnen en torno a mesa que gira y gira durante la función, tienen que decir si es inocente o culpable un político acusado de cohecho. En el reparto de la obra, de lujo, están Josean Bengoetxea, Víctor Clavijo, Cuca Escribano, Isabel Ordaz, Fran Perea, Canco Rodríguez, Luz Valdenebro, Eduardo Velasco, Usun Yoon.
Es una obra intensa, con momentos complicados, donde se cuestiona la estructura de la sociedad española actual así como el funcionamiento del sistema judicial a través de una trama de corrupción política.
Y es que la obra a medida que va desarrollándose sufre cambios en sus protagonistas. Al comienzo el jurado tiene en su mente una idea clara, y es que los políticos son unos ladrones. Sin embargo, a medida que la trama va sucediéndose ya surgen las primeras dudas, porque muchas veces ocurre, que se condena injustamente a personas o políticos antes del juicio.
Todos los personajes opinan, todos los actores metidos en su papel viven con intensidad lo acontecido a ese político corrupto. Pero las dudas también afloran y se ponen de manifiesto, lo cual provoca no pocas discusiones en los 100 minutos que dura este montaje.
El jurado es muy variopinto, ya que en torno a la mesa se reúnen un pequeño empresario, la madre de un parado, un fanático del fútbol, una activista de izquierdas, un maestro, una inmigrante nacionalizada, un ultraconservador, una cerebro fugado y un prejubilado, cada cual con sus criterios y también con sus prejuicios. Eso sí, el final nadie lo espera, ya que algunos de los miembros de este jurado a lo largo de su vida han cometido alguna injusticia.