Durante dos días este barrio roquetero ha disfrutado de actividades, concursos y baile en una fiesta íntima y con un gran ambiente vecinal
La Cañaílla ha vivido dos días de fiestas, culminados con la tradicional procesión por las calles del barrio en honor a San Cayetano. El ambiente festivo y de fe se pudo palpar durante este acto en el que, como es tradición, participaron numerosos vecinos. Ya durante la misa rociera, oficiada por el párroco Antonio de Mata Cañizares, se pudo ver la complicidad con el barrio, que permitía bromear con el coro rociero.
El alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, acompañado de una amplia representación de la Corporación Municipal del municipio, asistió a la misa que contó con la colaboración musical del ‘Grupo Rociero’ y siguió los pasos de San Cayetano por las calles del barrio. Un gran número de vecinos acompañó a la figura del santo mientras que otros esperaban en la puerta de sus casas o en sus balcones al paso de la comitiva. Ésta, en varias ocasiones, paró para rezar un Padre Nuestro y un Ave María. Con paso firme, San Cayetano fue volviendo a su ermita para dar paso a la traca final de fuegos artificiales.
Después de la procesión, la fiesta continuó en la explanada donde los vecinos pudieron disfrutar de comida, atracciones de feria y una gran verbena con concurso de pasodobles.
Durante las fiestas de La Cañaílla los vecinos participan activamente en diferentes actividades tradicionales como carreras de sacos, concurso de cintas… Para los más pequeños están los juegos de piñata infantil, globoflexia o pintacaras, además del famoso juego de la silla. En definitiva, unas fiestas íntimas, de barrio en las que las relaciones entre vecinos se estrechan y siempre hay hueco para la fe.