La de José Manuel Marín es la historia de un hombre nacido para competir. Un deportista nato al que una grave lesión no pudo apartar de cumplir sus metas personales. “Después de tener el accidente probar distintos deportes adaptados, como baloncesto, pero descubrí que lo que mejor se me daba era el tiro con arco”.

A pesar de que su carrera en el alto nivel comenzó de manera tardía, a los 30 años, su crecimiento desde el primer momento fue meteórico. “Cuando descubrí que podía hacerlo muy bien a nivel nacional, dediqué casi 2 años a entrenar en exclusiva, sin acudir a campeonatos para poder hacerme con material profesional y tener más garantías de éxito”, explica Marín. Tras esto, hace algo más de 15 años, su irrupción en el panorama del tiro con arco adaptado fue fulgurante. Sorprendió a todos en los campeonatos nacionales y consiguió clasificarse para sus primeros Juegos Olímpicos, los de Atenas 2004. Desde entonces ha sido campeón de España en numerosas ocasiones tanto en aire libre (70 metros) como indoor (18 metros), consiguiendo además muy buenos puestos en torneos internacionales. Una carrera en la que ha llegado a la cumbre en sus tres participaciones en Juegos Paralímpicos. Atenas, Pekín y Londres han visto como el arquero nacido en Adra, pero de corazón roquetero se codeaba con los deportistas más importantes del mundo.

Tras perderse la cita de Río de Janeiro en 2016, José Manuel tiene aún la espinita clavada de tocar algún metal en unos Juegos. “Siempre que he acudido a las Paralimpiadas ha sido con la esperanza de alcanzar medalla, pero por ahora las diferencias con otros países son aún muy grandes”, comenta. No obstante, Marín admite que “cada vez existe menos diferencia” entre las distintas federaciones internacionales, “Si no fuera por el apoyo que me ha dado el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, habría sido imposible que consiguiera muchos de mis éxitos y que hubiera acudido a los Juegos”, explica el arquero. El atleta paralímpico se siente afortunado “Siempre que he tocado a la puerta de la Delegación de Deportes de Roquetas me han recibido con los brazos abiertos y me han ayudado”. “Es un privilegio poder contar con unas instalaciones como las que me facilita el Ayuntamiento, tento total disponibilidad y dispongo de un espacio de lujo para entrenar una disciplina tan particular como el tiro con arco”.

Ahora, sus miras están puestas en volver a una cita paralímpica en Tokio 2020. A sus 46 años, aún se siente con todas las opciones de hacer un buen papel tanto en los clasificatorios como en los Juegos: “En este deporte compites contra ti mismo, mientras sigas siendo capaz de tensar el arco y tengas fuerza, al final tu edad y la de los rivales no importa”. No obstante, hace un llamamiento a las federaciones para que sigan trabajando de cara a equiparar el deporte adaptado con el convencional: “Existen aún muchísimas diferencias entre los premios y las ayudas que recibimos en comparación con el deporte no adaptado, sin el apoyo de las instituciones locales, a muchos de nosotros nos sería imposible competir”.

El concejal delegado de Deportes y Tiempo Libre, José Juan Rubí, habla de José Manuel Marín como “uno de los deportistas más destacados de Roquetas de Mar. Es un orgullo que Marín lleve nuestra bandera con tanto éxito por todos los rincones del mundo”.