El artista madrileño, afincado hace siete años en Roquetas, ha triunfado con su obra en Japón.

El artista madrileño Javier Rodríguez expone por primera vez en Roquetas de Mar, concretamente en el Faro del municipio. La exposición ‘Noches en blanco’ formada por obras de gran formato se podrá visitar hasta mediados de mes.

Lleva siete años viviendo en Roquetas de Mar, un lugar que encontró tras estar dos años viviendo en Granada que lo encandiló. Desde entonces tiene su estudio y su casa en Roquetas, aunque es un artista que expone mucho fuera, concretamente en Madrid, Barcelona y Japón, entre otros lugares.

Rodríguez se considera una persona afortunado porque vive de la pintura. “Hago una pintura que no es muy comercial, pero tiene su público, y que además es fiel. Mi obra tiene un sello muy personal, aunque ni tengo un estilo muy definido, mis obras gustan mucho. Soy afortunado, porque vivo donde quiero, y en Roquetas me siento cómodo”, subraya.

El artista no se considera pintor. “No tengo técnica, aunque me considero artista plástico. Hago escultura, hago también algo de imagen, soy un poco polifacético. Muchas de las obras que hay aquí en el Faro están hechas con esmaltes. Me gustan los trazos sencillos y ahí radica el sello que tiene mi pintura”.

Utiliza poco color en su obra. “Me gustan mucho trabajar los blancos y negros y la gama de grises porque son muy impactantes”, confiesa Rodríguez que revela que “a la hora de pintar siempre parto de un lienzo en negro y luego sobre el negro pinto lo que quiero. Es como un poco el mundo al revés”.

Es amante del gran formato a la hora de ponerse a crear. “Me gustan los grandes formatos y me encanta impactar. Me gusta que mi obra guste o no guste, pero que impacte. Me duele que vean mi obra y luego digan cómo esta he visto 300 iguales. Eso no me gusta”, subraya.

En la exposición del Faro de Roquetas hay una serie dedicada a la marca Porsche. “Son obras sencillas, pero a la gente les encanta”. El desnudo también lo trabaja Javier Rodríguez. “Me gusta llevar al lienzo el desnudo, pero hacerlo de forma sencilla, con pocos trazos.

Lleva dedicado a la pintura unos 20 años, porque en toda su vida ha tenido inquietud por expresar. “Con la pintura me he dado cuenta que los hago a mi aire, no tengo técnica a la hora de pintar. Yo no tengo escuela a la hora de pintar, pero sé cómo tengo que hacerlo. Si yo lo hago, cualquiera puede hacerlo”, confirma.

Su obra se conoce en Madrid y Barcelona. Últimamente ha encontrado un hueco en Japón. “Me he sorprendido en Japón porque hay un gran mercado. Me llamaron de allí y me compraron algunas obras. Les gustan las cosas muy sencillas, no le gustan temas recargados, les gustan las líneas puras. Es una cultura que lo que yo hago les gusta mucho”.