Buena entrada en el Teatro Auditorio de Roquetas el pasado sábado.
El Teatro Auditorio de Roquetas acogió el sábado la representación de la obra El diario de Adán y Eva, una adaptación de textos de Mark Twain que hablaba del amor incondicional y de la separación y la pérdida que conlleva la muerte.
La obra dirigida por Miguel Ángel Solá e interpretada por Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo estaba construida sobre la base de tres realidades escénicas. La primera mostraba el origen del hombre y la mujer desde el punto de vista de la mitología cristiana, aunque con los pespuntes de humor propios del espíritu juguetón de Twain.
La segunda trasladaba al espectador a la España de los años 60, a la última emisión del programa de radio donde Catalina y Felipe popularizan los clásicos de la literatura universal. Y la tercera permitió asistir, en la actualidad, a la entrevista radiofónica realizada al mismo Felipe acerca de su programa de radio y de su relación con Catalina.
La obra con dos actores en su reparto de lujo hablaba del viaje de conocimiento y de aceptación mutua que realizan hombres y mujeres a través del amor, de la fuerza del amor, que es, al fin y al cabo, la que se impone siempre ya sea de forma natural en el abismo fundacional de los tiempos o de una forma cotidiana en el día a día de cualquiera.
La radio, aquella radio que tanta compañía hacia a mediados del siglo XX es la gran protagonista también de esta obra, muy cuidada y muy bien montada. Guillen Cuervo dejó constancia de su maestría sobre el escenario, mientras que Ana Milán deja entrever la potencialidad de esa gran actriz que lleva dentro. El solo hecho de verla ya es un gozo para todos, pero cuando interpreta es algo sublime. Sin duda, una noche de emociones teatrales.