El Teatro Auditorio de Roquetas acoge hasta finales del mes de marzo una gran exposición de pintura de Camino Martin Santaella, una granadina afincada en Murcia, donde es profesora. La muestra que lleva por título ‘Corporeidad y alas’ es una exposición de pintura realizada en técnica mixta, dividida en dos partes. La primera de ella se trata de un conjunto de 16 cuadros, retratos femeninos todos ellos, realizados en una única gama cromática de pintura acrílica sobre lienzo, en la que la mirada de la mujer es la protagonista de la obra.
La segunda parte está compuesta también por 16 piezas y está a caballo entre la pintura y la ilustración, realizada en técnica mixta que mezcla la pintura acrílica con la incorporación de papeles naturales. Su temática´, si bien sigue teniendo a la mujer como protagonista o eje fundamental, se adentra en el mundo onírico, dejando patentes las ilusiones o ensoñaciones que salen de su mente.
La muestra de Camino Martin fue inaugurada el pasado viernes, contando con la presencia de la teniente de alcalde, Eloisa Cabrera; la concejala de Cultura, María Dolores Ortega y un grupo de concejales del equipo de Gobierno. Destacar que asistieron amigos y familiares de la pintora que se mostró encantada de exponer su trabajo en Roquetas, y sobre todo en el Teatro Auditorio, donde se garantiza que miles de personas vean sus creaciones.
Camino Martín Santaella nació en Granada, donde también estudió Bellas Artes, en la especialidad de Pintura. Lleva dibujando desde que era pequeña, ya que el gusto por el arte le viene por influencia paterna, aunque se dedica profesionalmente a ello desde que empezó a estudiar. Compagina su dedicación a la pintura con su trabajo como profesora de educación Secundaria en la especialidad de Dibujo en Murcia.
“Al adentrarnos en mi obra nos sumergimos en esos otros posibles mundos que cobran carta de realidad en este, como el deseo, el sueño, la imaginación, la libertad, la belleza, entroncando así con la tradición típicamente femenina de los mundos mágicos recreados, formulados, más allá de la lógica racional: mundos que parecen venir de la oralidad de las historias que las mujeres se contaron a través de generaciones, personajes que sobrepasan las normas y en una mirada hacia sí mismos descubren nuevas formas de mirar, de ver, o de ser vistos”, apunta la artista.
“La mirada cobra así un papel esencial en mi obra al aparecer como elemento esencial para configurar una realidad que no es eterna ni objetiva, sino profundamente personal, porque a través de ella me construyo a mí misma y a mi mundo. Construir el mundo a través de imágenes no es más que una forma de construir la propia individualidad femenina y su deseo, lejos de construcciones estereotipadas o de modelos de mujer en un mundo creado por otros en los que no me reconozco, no es más que la reivindicación de mi presencia, mi grito a favor de la diferencia, de la otredad”, mantiene esta joven profesora y artista.