La charla estuvo moderada el pasado Jueves por Benjamín Hernández Montanari
La sala Juan Ibáñez de la Plaza de Toros de Roquetas de Mar acogió el pasado jueves la actividad ‘Encuentros con…’ con la participación de Rafael Perea ‘El Boni’ y Víctor Zabala, en una charla que fue conducida por el periodista taurino Benjamín Hernández Montanari. El Boni, que precisamente el jueves cumplía 53 años hizo un recorrido por sus raíces donde ya hubo toreros de renombre como su abuelo, Bonifacio Perea.
“Mi abuelo actuó a las órdenes de Marcial Lalanda y Gitanillo de Triana. Mi padre, Brigido Perea Boni, fue banderillero, al igual que mis tíos Luis, Rafael, Juan y Manolo. Rafael llegó a tomar la alternativa de manos de Manolete y cuenta con un monumento en la plaza de toros Monumental México. Fue el hombre de confianza de Antoñete en su última etapa y al que Chenel dedicó las últimas palabras de su vida” subrayó Rafael Perea ‘El Boni’.
En este Encuentro, el Boni dejó bien claro que siendo muy jovencito no se veía para nada en el mundo del toro. “A mi me daba mucho miedo el toro y me inspiraba mucho respeto. Yo no me veía capacitado para torear, pero un día probé con una vaca porque yo toreaba muy bien de salón. Un día en la Escuela se escapó una becerra le di 20 pases y todos quedaron con la boca abierta e incluso yo también. A partir de ese momento me entró el veneno del mundo del toro”.
En 1979 El Boni comienza con las novilladas con picadores, aunque antes había participado en espectáculos cómicos taurinos. En 1980 debuta con picadores y luego hay un parón porque se va a Melilla a hacer el servicio militar. “Me hicieron torear mucho en el campamento. Estuve en el Regimiento de Zapadores e hice muchas guardias, me tocó picar piedra para poder meter las alambradas”.
Estuvo muchos años de novillero con picadores, antes de tomar la alternativa. “No fue muy normal, porque me convertí en el novillero más antiguo de Europa”. En 1989 en la plaza de toros de Las Ventas. Manuel Cascales le cedió los trastos en presencia de Luis Cancela. Los toros pertenecieron a la divisa de Félix Hernández Barrera. El festejo perteneció al ciclo ‘La Oportunidad’ y, al cortar una oreja, fue anunciado en San Isidro con una corrida de Murteira. Ese día también consiguió un trofeo por lo que cogió una sustitución de Miguel Báez Litri el 23 de mayo, en el que era el cartel estrella del ciclo isidril. Fue uno de los triunfadores de la Feria.
El torero de plata, Rafael Perea confesaba no arrepentirse de nada de lo realizado, calificando el camino hasta la alternativa como ‘bastante duro’. “Carlos Zúñiga fue el primer apoderado que tuve, estuvimos cinco años juntos, me enseñó muchas cosas y se portó bien conmigo”. También recordó que “el hecho de haber sido matador de toros me facilitó las cosas para ser banderillero, me cambió totalmente la perspectiva. De banderillero tenías que hacer cosas para
el matador, era un mundo totalmente diferente. La primera vez que me vestí de banderillero tuve que sacarle la espada a un toro y me ahogaba, me asfixiaba”.
“Si volviera a nacer me haría primero banderillero, porque aprendes a estar en la plaza, a ver los toros de otra manera. Sánchez Mejía era banderillero de Joselito y luego fue un gran matador de toros”, explicaba El Boni. El torero de plata destacó los dos toreros que habían marcado su vida como Esplá y Antoñete. “Esplá para mi ha sido el mejor matador de toros que yo he conocido y además aprendí mucho de el, y Antonio Chenel Antoñete era una persona especial y aprendí una filosofía de vida. Tenía mucho carisma”.
También hablo de su grave cogida en Gijón. “Lo banderilleé muy bien al toro, y me metí en el burladero y me quede a la mitad, y cuando quise coger el capote ya tenia el toro encima. Las cornadas nunca me han afectado, forma parte del oficio”. Tanto Zabala como El Boni destacaron que “salvo que llegues a ser una gran figura del toreo, cuando decides dejarlo tienes la sensación de haber fracasado”.
Al final, el público puesto en pie aplaudía a El Boni en el día de su cumpleaños, ofreciéndole una tarta para celebrar sus 53 años de vida.