Miles de personas llenaron las calles para participar en este gran acontecimiento.

 Las fiestas del Puerto vivieron ayer, lunes 25 de julio, una de las citas más esperadas y multitudinarias, el Pasacalles de animación infantil que cada año llena de ilusión los rostros de los más pequeños, los verdaderos protagonistas, y a quienes va dirigida esta propuesta. Miles de personas llenaron las calles para vivir con intensidad la gran fiesta que supuso el Pasacalles del Puerto.

Participaron numerosos grupos de baile y animación: Kalesi, Sol de Almería, el grupo de baile de Rocío Moreno, la Peña Burbujas, Asociación Ensayo y Entreacto, Celébritas, CBD Majorettes Roquetas de Mar, Mateo – Peña Pirueta, Little Park, carrozas temáticas, charanga Los Quinientos…

También participó Brotons con dos grandes espectáculos llamados Fauna exótica y La granja. Se trataba, por un lado, de hinchables gigantes con formas de animales como un cerdo o una gallina, y otro tipo de seres más peculiares como una planta carnívora, o unos pájaros muy singulares, entre muchos más.

Tampoco faltaron cabezudos, coches clásicos, dragones, una referencia a Juego de Tronos a modo de carroza, personajes de dibujos animados que causaron sensación entre los niños y niñas, o los más tradicionales y castizos Mortadelo y Filemón, entre muchos otros.

Fue un pasacalles de ensueño para los más pequeños que se lo pasaron en grande con las diferentes representaciones que animaron el desfile, y donde quedó patente la enorme calidad de los grupos roqueteros, que cada vez hacen gala de un mayor nivel.

Los Sirex

La música volvió a protagonizar la noche en la Caseta Municipal. Los Sirex, uno de los grupos más aclamados del pop nacional de los años sesenta, ofreció anoche un concierto en el que interpretaron sus temas más conocidos. Títulos que son himnos para varias generaciones, canciones como Si yo tuviera una escoba, Muchacha bonita, Judy con disfraz…, o Que se mueran los feos.

Como anécdota, el cantante de Los Sirex, Antoni Miquel Cervero, pidió un aplauso para uno de sus seguidores más incondicionales, Luis, un roquetero que mantuvo por la tarde un encuentro con ellos para que la banda le firmase sus discos originales. Antoni Miquel Cervero agradeció ese gesto que, como afirmó, les llenó de nostalgia.

La noche la cerró la Orquesta La Tentación.