Gran actuación de Hile Bemelmans y del percusionista Trevor Murrell.

Espectáculo musical de gran nivel en Roquetas de Mar. El pasado sábado llegaba al Teatro Auditorio el espectáculo Mystic Dream’ donde se rendía tributo a la cantante Enya. Las canciones de esta artista internacional sonaron en el escenario del Auditorio. Los tres primeros temas de la noche, concretamente, ‘The Celts’, ‘The Memory of Trees’ y ‘Watermark’ fueron instrumentales junto al coro.

El espectáculo desde el primer momento proponía un viaje místico en el que el espectador era partícipe a la hora de sentir sobre el escenario la magia y la armonía que desatan las melodías de la irlandesa Enya. En total, la obra duró casi dos horas, en las que, sin descanso, la banda interpretó los 25 temas del repertorio que consta de piano y teclados, percusión, saxo, violín, gaita, flautas y coros.

Hille Bemelmans fue la encargada de hacer la voz de Enya. Esta artista ha trabajado y compartido escenario con grandes figuras internacionales de la música como Mike Oldfield, Sting, Joe Cocker, Simple Minds o Scorpions. Además de Bemelmans, en Roquetas de Mar hubo músicos de gran prestigio y trayectoria internacional, como Trevor Murrell, baterista y percusionista de, entre otros, Mike Oldfield, Celine Dion, Donna Summer o George Michael.

Entre los temas que se pudieron escuchar en una noche mágica de música estaban ‘Orinoco Flow’, ‘Miss Clare Remenbers’, ‘Sheperd,  ‘Moons’, ‘Angeles’, ‘Book of days’, ‘Caribbean Blue’, ‘Marble Halls’,  ‘Anywhere Is’, ‘On my way home’, ‘Only Time’, ‘Storms in Africa’, ‘Evacuee’, ‘One by one’ y ‘Wild Child’,

El productor Juan Fran Senabre dejaba constancia tras el espectáculo que “es una especie de musical con una identidad propia, donde el público ha podido disfrutar de una voz y unos músicos de un nivel altísimo. En este musical lo que más llama la atención es que el público sale relajado y eso se aprecia en las caras, mientras que en otros espectáculos la gente suele salir de forma efusiva”.

En definitiva, un show donde la complicidad se mantiene entre el espectador y donde se disfruta de una música relajante y de gran nivel.