Hace ahora 10 años, las hermanas Alicia y Vanesa Robles Alarcón cumplían el sueño de crear su propia escuela de gimnasia rítmica. Dos deportistas, educadoras de formación, con la idea en mente de crear un club en el que no sólo se lograran éxitos deportivos, sino en el que se transmitieran unos valores y una forma de entender la vida basada en el esfuerzo y la disciplina. “Sin la ayuda del Ayuntamiento de Roquetas no habría sido posible”, comentan Alicia y Vanesa, “siempre han tenido la puerta abierta y han hecho todo lo posible por ayudarnos a crecer”.
Unas cualidades unidas muy estrechamente a la gimnasia y que, según las dos entrenadoras principales, “va más allá de la práctica deportiva, nuestros gimnastas aprenden a aplicar lo que les enseñamos en su vida diaria, en sus estudios y, en muchas ocasiones, mejoran su rendimiento académico”. Y es que la experiencia como docentes de las dos dirigentes del club se deja ver en la filosofía con la que sus nueve entrenadoras encaran su responsabilidad. Sonia Uroz llegó al Club Purpurina con 9 años y, a día de hoy, forma parte del cuerpo técnico. “A medida que fui creciendo me di cuenta de que realmente era un deporte que me llenaba. Por eso, en cuanto cumplí los 16, hice el curso de entrenadora para poder dedicarme a la rítmica en el ámbito laboral. Desde entonces entreno a niñas y niños desde iniciación hasta competición, y es algo de lo que estoy muy orgullosa”, explica Sonia. La mayoría de responsables del equipo, actualmente, se han formado en el Purpurina desde muy jóvenes y concuerdan en que fue una decisión que les cambió la vida para bien. Sonia Uroz explica así su desarrollo como deportista: “me ha hecho evolucionar como persona a la hora de la organización, la administración del tiempo, la empatía con las personas… Así como la madurez que se adquiere trabajando con niños y niñas de todas las edades, hacen que aprendas día a día”.
No obstante, el Club Purpurina no sólo trata el deporte base con cariño sino que también prepara a gimnastas femeninas y masculinos para dar el salto a la élite. “La filosofía de entrenamiento depende del nivel al que se imparta. Si es a un nivel de iniciación, el principal objetivo es la diversión de los alumnos, el aprendizaje de elementos básicos de la gimnasia rítmica y que su motivación y su gusto por este deporte aumenten. En cambio, si se trata de un nivel de competición, las exigencias se incrementan, manteniendo siempre un carácter de ocio, pero ya con cierta conciencia de lo que la disciplina de la gimnasia rítmica supone”, detalla Sonia.
El club roquetero ha conseguido en el último año más de 100 podios entre todas las categorías, siendo invitado a algunos de los campeonatos más prestigiosos a nivel nacional, como el Euskaldun. De hecho, es uno de los clubes punteros a nivel de gimnasia rítmica masculina, con dos deportistas preseleccionados por la Junta de Andalucía para entrar a formar parte de su programa de alto rendimiento, uno de ellos, Iván Fernández, finalmente escogido para este reconocimiento.
El futuro cercano que le espera al Club Purpurina pasa por la celebración de su aniversario en el mes de febrero en el que se homenajeará a todas las personalidades que han formado parte de la entidad como alumnos o monitoras. El concejal-delegado de Deportes y Tiempo Libre del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, José Juan Rubí, asegura que “seguiremos dando apoyo a un equipo tan importante en número de integrantes como el Purpurina, para que siga afrontando todos los retos que tiene por delante y sus alumnos puedan formarse con las mejores condiciones posibles”.