El creador, Antonio Najarro, llega al Teatro Auditorio con esta creación que supone un fiel reflejo de su estilo y, que aúna, todos los estilos de la Danza Española.

El otoño cultural en Roquetas de Mar ofrece este fin de semana dos nuevas propuestas que demuestran la calidad de la programación diseñada por el Ayuntamiento, a través del área de Cultura, Educación.

El sábado a partir de las nueve y media de la noche, la compañía de Antonio Najarro, se sube a este escenario para representar Alento, un espectáculo que se convierte en fiel reflejo del estilo del que fuera el último director del Ballet Nacional de España. La representación ofrece un mensaje positivo, lleno de frescura y sensibilidad, brillante y dinámica.

Alento demuestra la capacidad creativa de Antonio Najarro, su visión innovadora de la Danza Española, con la fusión de distintos géneros como el Flamenco, la Escuela Bolera, el folclore y la danza estilizada. El espectáculo está compuesto por 15 bailarines y cinco músicos en directo, que interpretan piezas compuesta especialmente para este espectáculo, el compositor Fernando Egozcoue, con reminiscencias al Tango y Jazz.

Asesinos Todos

Otra de las propuestas culturales de este fin de semana en Roquetas de Mar llegará el domingo a partir de las ocho de la tarde con la comedia “Asesinos todos”. Rostros conocidos de la televisión y el cine como Carlos Sobera, Neus Asensi, Elisa Matilla y Ángel Pardo conforman el reparto de esta obra dirigida por Pep Antón Gómez.

En esta obra se pone de manifiesto como, en ocasiones, las situaciones que nos rodean y, que pueden poner en marcha un mecanismo infernal en el que aparecen todas las rabias, y todas las miserias de las personas.

Sipnosis

A Manolo le hacen el vacío en el trabajo, o eso piensa él. Su, mujer, Loli, harta de verlo deprimido y llorando por las esquinas, idea un plan para solucionar la situación. Por su parte, Pepe y Diana, íntimos de Manoli y Loli, no dan crédito a sus ojos. La madre de Pepe acaba de volver de un viaje del Imserso acompañada por un ruso de 25 años. Ambos matrimonios, quedan para cenar y, entre plato y plato, surge la idea: “Extraños en un tren”, porque algo abre que hacer. “Y vosotros os ocupáis de los jefes de Manolo y nosotros de vuestro ruso”.