La Junta directiva del Consorcio del Ciclo Integral del Agua del Poniente almeriense ha tratado este verano uno de los asuntos más preocupantes y que mayores costos conlleva en el mantenimiento de la red de alcantarillado, especialmente en los meses estivales, cuando la población aumenta considerablemente en el municipio. Se trata del vertido indebido de toallitas al WC que producen constantes problemas en la red y cuya reducción pasa “por la concienciación y colaboración ciudadana”, tal como destaca la presidenta del Consorcio y teniente alcalde del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, Eloísa Cabrera. Una necesidad que se ha intensificado tras la publicación en el mes de julio de la Ordenanza de vertidos a la red de alcantarillado del Consorcio para la Gestión de los Servicios Integrados de Abastecimiento de agua y Saneamiento del Poniente Almeriense.
El Consorcio ha cifrado de hecho el coste añadido en entre 200.000 y 300.000 euros al año en el servicio municipal de alcantarillado y depuración de Roquetas de Mar sólo por el hecho de arrojar al WC las toallitas higiénicas, que son no biodegradables. “Este coste se incluye en la tasa de alcantarillado que se paga en el recibo del agua, por lo que podría reducirse la factura si no se tuvieran que acometer estos gastos de mantenimiento y arreglo de la red”, destaca la presidenta.
Tal como se ha puesto de manifiesto, de media en los últimos años se producen unas 1.800 actuaciones anuales en la red de Roquetas de Mar sólo para retirar atascos provocados por marañas de toallitas, además de los problemas originados en todas las estaciones de bombeo e incluso en la EDAR. Las marañas de toallitas generan parones en el funcionamiento de bombeos o en la planta, con las molestias para los usuarios y los riesgos medioambientales que ello conlleva.
El consorcio apunta que, para evitar estos atascos, sólo se deben seguir unas sencillas recomendaciones: no arrojar nunca elementos no biodegradables a los conductos de desagüe habitual del hogar (W.C., lavabos, fregaderos, etc.) y utilizar papeleras en el baño para tirar las toallitas húmedas.
“Es nuestra responsabilidad hacer un buen uso del sistema de desagüe de nuestra vivienda, contribuyendo así a evitar los atascos en las comunidades de vecinos y en la red de alcantarillado de la ciudad”, insiste Eloísa Cabrera.
Estos problemas pueden resolverse fácilmente si hacemos un correcto uso de los conductos de desagüe habituales que se inician en nuestros hogares y que se conectan con el resto de viviendas de nuestro edificio a través de una única tubería, que concluye en una acometida de la comunidad de vecinos.
De esta acometida pasa a los colectores generales que hay en cada calle y de aquí las aguas residuales van a parar a la gran red de alcantarillado. Para diagnosticar su estado y garantizar un correcto funcionamiento, la red es inspeccionada periódicamente por técnicos de Hidralia. Existen cuarenta estaciones de bombeo distribuidas por toda la ciudad, que conducen las aguas residuales desde la red de alcantarillado a la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales), una fábrica de agua limpia en la que a través del proceso de depuración, el agua residual de la ciudad se devuelve al medio natural en condiciones de limpieza óptima.
Arrojar elementos no biodegradables y que puedan obstruir las tuberías, como las toallitas higiénicas, está provocando enormes atascos. Principalmente los atascos se producen en los propios edificios de vecinos, que son los que soportan en primer lugar los problemas ocasionados por las toallitas, además del gasto que supone el avisar a empresa especializada para su limpieza y desatasco. Este gasto de la comunidad de vecinos se podría evitar si se hiciese un buen uso de los conductos de desagüe habituales de nuestros hogares.
También se producen atascos en la red de alcantarillado general. A menudo las estaciones de bombeo quedan bloqueadas y atoradas, sobre todo por una inmensa acumulación de toallitas húmedas, y también por bastoncillos de los oídos y otros elementos no biodegradables arrojados en nuestros hogares.
Acciones contra la falsa información
En este mismo sentido, la Junta Directiva del Consorcio ha valorado la necesidad de emprender acciones contra la información falsa que se realiza en ciertos envases de toallitas húmedas “en los que se especifica al usuario que se pueden arrojar hasta dos toallitas juntas por el WC, indicando que son biodegradables en el caso de que sean poca cantidad, cuando esto es rotundamente falso”, alertan desde el Consorcio. En próximas reuniones de la Junta Directiva se detallaran las posibles acciones a realizar para acabar con esta información “que confunde a los ciudadanos de forma irresponsable”.