“Este año atendemos a un nuevo colegio en una actividad que aporta múltiples beneficios a los usuarios”, destaca el concejal Francisco Martínez.
El concejal de Juventud, Participación Ciudadana y Voluntariado, Francisco Martínez, ha visitado esta semana la piscina municipal en el CDU Juan González de El Parador, donde se desarrollan distintos talleres de natación con las aula específicas para niños con trastornos del espectro autista (Aulas TEA) del municipio. “Se trata de una actividad que comenzó hace unos cinco años a través del Área de Voluntariado y que se ha convertido en fundamental para estos niños y sus familias, ya que aporta múltiples beneficios a los usuarios“, destaca el edil.
De hecho, tal como explica Martínez, este año se ha incorporado al programa, que hasta el momento se realizaba con el CEIP Trinidad Martínez, el aula TEA del CEIP Virgilio Valdivia. “Desde el Ayuntamiento aportamos los voluntarios necesarios para que pueda llevarse a cabo esta actividad, ya que en la piscina es necesario que haya al menos un responsable por cada dos niños”, explica, “y además, en el caso del Virgilio Valdivia, también es el Ayuntamiento el que recoge a los usuarios en el centro y los traslada hasta el CDU”.
En total, hasta una docena de niños asisten semanalmente a la piscina, donde son atendidos por los voluntarios municipales y los propios trabajadores de las instalaciones para el desarrollo de las clases de natación y los juegos que les ayudan a desarrollar distintas capacidades.
Rutinas de trabajo
Por su parte, la docente del Aula TEA del Trinidad Martínez, Patricia Rodríguez, subraya la importancia de este programa. “Nos ayuda, por un lado, a estar en contacto con el medio acuático, que es fundamental en una zona costera, para que aprendan a defenderse en el medio”, afirma. “Además, les aporta distintas rutinas de trabajo como son el vestido y desvestido, que dentro de un aula no se pueden trabajar al carecer de estos recursos”, añade.
La posibilidad de llevar a cabo actividades colaborativas donde los escolares trabajan la sociabilización es otra de las claves del taller. “En la piscina, al ser todo mucho más divertido para ellos, los aprendizajes son mucho más rápidos y, después, sí los podemos generalizar en otros entornos como son el patio del colegio o los parques a los que acuden los niños con sus familias en sus distintos barrios”, declara.