«Animo a todos los roqueteros a buscar su aventura», ha declarado el teniente médico, que ha agradecido el apoyo recibido por el Ayuntamiento y la Diputación Provincial durante su estancia en la Isla Decepción

El nombre de Roquetas de Mar «quedará para la historia» en la Isla Decepción, en la Antártida, gracias a Óscar Garrido, vecino del municipio que colocó en la base militar Gabriel de Castilla un rótulo que señala la distancia entre los dos puntos del planeta: 12.222 kilómetros. El teniente médico ya ha vuelto a casa, tras 100 días en la misión XXXII Campaña Antártica, con miles de experiencias grabadas en su retina que, a lo largo de su estancia, ha querido ir compartiendo con sus vecinos de Roquetas y con todos los almerienses a través de vídeos y mensajes.

Por todo ello, el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, le ha hecho entrega esta mañana de una metopa con el escudo de la ciudad en reconocimiento por esta labor que ha llevado a Roquetas al otro lado del mundo. «Jamás podríamos imaginar que veríamos esa señal y nuestra bandera a más de 12.000 kilómetros de distancia», ha reconocido Amat.

«Quiero dar las gracias al teniente y a todos los compañeros que han ido con él, porque su trabajo es el beneficio de un país entero. Como alcalde y también cuando el teniente marchó era entonces presidente de la Diputación, me enorgullezco de la relación que mantenemos las instituciones con la Legión.  Ambas instituciones se volcaron con la expedición, se enviaron productos de Sabores de Almería y, a través del concejal Francisco Gutiérrez, se ha hecho una gran difusión, porque hemos creído que estábamos haciendo algo muy importante», ha declarado el alcade.

Por su parte, Óscar Garrido ha querido dedicar su primer agradecimiento a su mujer y a su familia, «que son quienes más esfuerzo hacen para que nosotros podamos estar allí». Sobre su misión, ha explicado que «ha sido una campaña excelente, hemos tenido suerte con el tiempo y bastantes días con el mar tranquilo». Eso sí, ha tenido que realizar 84 intervenciones médicas, «aunque también en esto hemos tenido suerte; por ejemplo, una emergencia odontológica, que hacía prever una posible evacuación, se solucionó cuando pasó por la isla el único barco militar que pasa al año con un dentista a bordo», ha confesado.

En total, su estancia y la del resto de miembros del Ejército, ha posibilitado que se desarrollaran en 100 días 14 proyectos de investigación científica llevados a cabo por nueve nacionalidades. «Me ha sorprendido mucho la juventud de algunas científicas y también científicos, también hay gente veterana que lleva 13 años yendo», ha detallado.

«Diría que la Antártida es única e irrepetible, un laboratorio extremo, y me ha hecho mucha ilusión llevar el nombre del municipio y de la provincia de Almería. Aunque no nací aquí, me siento roquetero y agradezco al alcalde, a la Diputación de Almería y al concejal Paco Gutiérrez por la ayuda y la difusión», ha subrayado.

Y para terminar, un mensaje a todos los roqueteros: «Animo a mis vecinos de Roquetas a que trabajen y busquen su aventura, porque he descubierto que en Almería hay gente que hace muchas cosas y hay grandes personas aquí».

En la recepción ha estado también la mujer del teniente médico, Trinidad González, y el capitán Juan Arévalo, enfermero del tercio. «Quiero agradecer a las instituciones que han prestado apoyo a Óscar en esta misión. Nos sentimos almerienses desde que la brigada está aquí, en Almería, donde las instituciones nos apoyan muchísimo. Por nuestra parte, nos queda agradecer y ponernos a su disposición», ha declarado el capitán Arévalo.

El teniente ha hecho entrega al alcalde de una bandera de España con el emblema de la Campaña Antártica y un recuerdo de la misma al concejal. «Hemos logrado cumplir los objetivos en la adopción solidaria de pingüinos, con 135.000 ejemplares adoptados, y eso ha sido también gracias a todos los roqueteros», ha revelado.