Entre el 3 y el 6 de noviembre, se ha celebrado en la sede de la Delegación Provincial de la Consejería de Justicia en Almería, un curso de formación sobre “Programas de intervención con menores en Justicia Juvenil” a cargo del Equipo de Tratamiento Familiar (ETF) del Ayuntamiento de Roquetas de Mar.

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Han asistido a este curso más de 20 profesionales de los Juzgados de Menores, así como otros técnicos (educadores, psicólogos y trabajadores sociales) que desarrollan su actividad en la ejecución de medidas con menores infractores, ya sean en Centros de Reforma, como pisos de convivencia, y medidas en medio abierto. El psicólogo Paco Carreño, el trabajador social Chema Espada, la psicóloga Maite Márquez y el educador Eduardo Vargas, han sido los encargados de dirigir una formación intensiva de 30 horas, en la que se ha abordado la metodología para el trabajo con familias con menores infractores. “Son muy importantes este tipo de espacios de formación y supervisión para los profesionales de la Justicia Juvenil, ya que trabajan con demasiados casos por técnico, y es una labor muy compleja ayudar a las familias desde una medida judicial que se le impone al adolescente infractor”, explica Eduardo Vargas.

Con esta iniciativa del Departamento de Justicia Juvenil, se pretende favorecer el intercambio de buenas prácticas y la mejor coordinación con los recursos locales. Los técnicos de la justicia juvenil se preparan así para enfocar su intervención con las herramientas que ya se vienen aplicando desde los ETF, centradas en el tratamiento de las familias desde la Terapia Familiar Sistémica.

La Psicóloga Maite Márquez señaló que “puede ser un primer acercamiento hacia una experiencia novedosa en nuestro país. En Italia los juzgados de menores disponen de un marco en el que las medidas judiciales incluyen a las familias y se ejecutan en directa colaboración con equipos de tratamiento”.

La evaluación ha sido muy satisfactoria por parte de los y las asistentes. Se resaltó además los beneficios de una mayor coordinación entre justicia juvenil y servicios sociales. “Cada vez son más los casos de adolescentes que acaban ante el juez tras la denuncia de malos tratos por parte de sus padres. Fortalecer la autoridad de esos padres, siempre que sea posible, y la reparación del daño requiere de un trabajo específico con las familias, ya sea desde la propia ejecución de la medida como coordinando con los recursos locales existentes”, declara Chema Espada.