Al acto acudieron una amplia representación de la corporación municipal con la presencia del alcalde en funciones, Gabriel Amat

La barriada de Cortijos de Marín puso broche final a las fiestas con la tradicional misa y procesión en honor a San Antonio y a la Virgen de la Inmaculada en la noche del pasado domingo. Al acto acudieron varias personalidades de la corporación municipal, encabezados por el alcalde en funciones, Gabriel Amat.

Pasadas las 20 horas, el viento no supuso ningún impedimento y la misa daba comienzo en el exterior de la iglesia. El sacerdote Manuel Navarro daba voz al acto religioso acompañado del coro rociero La Luz. Durante la celebración de la Eucaristía, el sacerdote dio la enhorabuena y agradeció enormemente a la comisión de festejos de este año por el cambio de imagen a la figura del patrón San Antonio de Padua.

Más tarde, al son de la música de la Unión Municipal y de la traca de cohetes ubicados cerca se daba paso al inicio de la procesión por el núcleo urbano. Los vecinos de la zona, niños que han recibido este año el sacramento de la Primera Comunión, damas y reinas infantiles y juveniles participaron tanto en la misa como en el recorrido posterior.

La reina infantil ha sido este año María Fernández Cano y las damas infantiles María José Valverde y Gabriela Padilla mientras que el príncipe ha sido Mario Bonilla. La corte juvenil ha estado formada por María Azucena Pérez Sabio, reina, y Natalia Martín y Alba Magán como damas. El pregón fue pronunciado por la comerciante Maribel Fernández, “la del Olimpo”.

Las fiestas han sido también momento para emocionantes homenajes. El alcalde, Gabriel Amat, entregó una placa conmemorativa al vecino de Cortijos de Marín Francisco Molina García, como representante de los mayores, en un acto organizado por la concejalía de Servicios Sociales. Francisco, nacido en 8 de abril de 1935, ha sido a lo largo de su vida un vecino muy activo en Cortijos de Marín a través de la Asociación de Vecinos.

También se rindió homenaje en el primer día de fiestas a José Galdeano, que ha sido concejal del barrio en la legislatura que finaliza. Un merecido reconocimiento protagonizado por sus nietos y en el que también fue protagonista su mujer.