El escritor granadino Felipe Alcaraz protagonizó el viernes el Aula de Literatura de Roquetas de Mar que organiza la concejalía de Cultura y que coordina la escritora Pilar Quirosa. Alcaraz, muy conocido por su faceta política, lleva toda la vida escribiendo. En esta ocasión ofreció una conferencia centrada en el poeta granadino Javier Egea, fallecido hace más de diez años y cuya obra cumbre Troppo mare fue escrita en la Isleta del Moro en Almería. Alcaraz ofreció esa charla en el Castillo de Santa Ana.

Precisamente se cumplen ya siete años del inicio del Aula de Literatura de Roquetas con el poeta de Chirivel, Julio Alfredo Egea. Quirosa hizo una reseña biográfica de Felipe Alcaraz, destacando su faceta como profesor y escritor. El autor de ‘La conjura de los poetas’, centrada en la figura de Egea, comenzó su charla asegurando que “Los poetas y escritores que rompen la norma corren el riesgo de una segunda muerte, por interpretación, por silencio, por olvido. Esto estaba pasando con Javier Egea”.

“En el caso de Javier Egea con dos libros singulares, rompedores se da el riesgo de sufrir una segunda muerte como fueron Troppo  Mare escrito fundamentalmente a principios de los años 80 en la Isleta del Moro y publicado en 1984 y Paseo de los Tristes publicado en 1982. Tuvo una etapa primera existencial muy preñada de magnetismo que lo lleva a otra orilla en 1980 por un fracaso amoroso”, contó Alcaraz.

“En 1980 llega a la Isleta del Moro donde todavía no había teléfono, se encierra en la única fonda que había y compone algunos de los poemas fundamentales de lo que después va a ser la obra Troppo Mare. Esa poesía que escribe en Almería se presenta en el Palacio de la Madraza en noviembre de 1980. A partir de entonces es cuando conoce Luis García Montero. Hay una leyenda que asegura que Egea y Montero eran amigos de instituto, y eso no es cierto. Cuando se conocen, Javier Egea es un poeta con dos libros y Luis García Montero está en sus  inicios poéticos”, subraya Alcaraz.

En la conferencia ‘Javier Egea y la soledad’, Alcaraz apuntó que “Egea sufre un proceso de aislamiento y llega el año 1995 donde se aprecia que hay una separación de La Otra sentimentalidad que conforman Álvaro Salvador y Luis García Montero”. Alcaraz considera que en Granada se produjo la conjura del silencio antes y tras la muerte de Egea, que se suicidó en 1999. “Desde los años 90 hasta hoy se editaron varias antologías poéticas a nivel nacional y Javier Egea no estaba en ninguna. Solo aparece en una en 2007, en una antología que hace Marta Sanz”.

“Cuando muere Egea, se le intenta olvidar y aparte se quiere cambiar su historia. Mi novela es fundamentalmente ideológica y no he querido entrar en temas escabrosos. Le he quitado todo el morbo posible y no he utilizado recursos comerciales”, concluyó Alcaraz.