La obra se representará a partir de las 18:30 horas.
El Teatro Auditorio de Roquetas de Mar acoge mañana la representación de la obra ‘Mi amigo Don Quijote’ a cargo de la compañía Arte Fusión Títeres que tendrá lugar a partir de las 18:30 horas. Esta actividad forma parte del programa de las XXX Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería y se incluye en la programación de teatro infantil que organiza la concejalía de Cultura de Roquetas de Mar.
Se trata de las aventuras de dos amigos contadas a través de sombras, títeres y cuentos, en un espectáculo sorprendente para los más pequeños. La función se estructura en torno a los valores de la amistad y la necesidad de soñar e ilusionarse, al mismo tiempo que ofrece una mirada muy dinámica y didáctica sobre el gran clásico universal. La variedad de escenas y el divertido ritmo de la obra están pensados para mantener la atención del público más exigente.
En la fiesta de cumpleaños de Don Quijote y Sancho Panza, se reúnen unos viejos amigos muy curiosos: dos ratones trotamundos, admiradores del caballero y su escudero, una cuentacuentos que oficia de maestra de ceremonias, y una cabra y una oveja muy relocas que conocieron a los protagonistas de esta historia hace 400 años.
El montaje propone un divertido juego: narrar la obra de Cervantes, desde los mismísimos Quijote y Sancho Panza pero también desde los ojos de dos ratones que conocen muy bien sus andanzas, tras haberlas roído durante generaciones. Tanto como para proponer, tras cada aventura, un final divertido y sorprendente. Mientras tanto, dos chismosos animalitos comentan lo que sucede en escena. Son la cabra y la oveja que vieron desde el campo donde pastaban todas las tribulaciones, que en pleno Siglo de Oro, padecieron los protagonistas de la historia.
Son muchas las cosas que les pasarán al pobre Quijote y Sancho Panza, desde que al viejo soñador se le ocurre salir de su casa. Por ejemplo, en una fonda, que él imagina un castillo suntuoso, se hace nombrar caballero y pese a la nobleza de sus sentimientos, todos le toman el pelo. O bien, la más simple de las mozas del pueblo le parece la sin par Dulcinea, princesa de todas las damas a al que jura amor eterno. A los ojos de Don Quijote la fantasía que inunda su cabeza es la realidad, en su mente habitan furioso gigantes, que resultan ser molinos contra los que se estrella sin remedio.
El caballero de la Triste Figura y su buen escudero, Sancho son dos personajes muy diferentes, pero a medida que van deshaciendo entuertos, se diluyen los contrastes que los separan. Así el fantasioso se vuelve terrenal y el cuerdo, iluso. Uno se mete en líos inimaginables pero sin duda divertidos y el otro le sigue con sus consejos sencillos y cándidos, pero con la más profunda lealtad. De esta forma aprenden a quererse y comprenderse mutuamente.