El ciclo Taurino ‘El toro en las artes’ que organiza el área de Gestión de la Ciudad del Ayuntamiento de Roquetas de Mar continua hoy jueves, 1 de marzo con la inauguración a las 20:30 horas de la exposición ‘El Jardín de las Meninas’ de Antonio Roa en la sala Luis María Ansón de la Plaza de Toros de Roquetas de Mar.

Antonio Quesada, comisario de la muestra que se inaugura en Roquetas subraya que “A Antonio Miguel Roa, le gusta pintar. Rodeado de una familia “artística” hizo su primera exposición a los 8 años. Estudio Ciencias Sociales y es profesor de historia, pero su amor por los pinceles no decae. Numerosos cursos de perfeccionamiento artístico jalonan su currículum y entre clase y clase más de 140 exposiciones han definido su estilo propio”.

 

“Cuando ves una “menina” o un paisaje “multicolor” de Antonio lo reconocerás siempre. A pesar de ser académico en varios Reales Institutos Históricos sus meninas no se someten a ningún canon académico, escapan y juegan libres en el jardín. Esperamos que disfruten de esta explosión de color en esta magnífica sala de arte de la Plaza de Toros de Roquetas”, apunta Quesada

 

Antonio Miguel Roa López es un artista autodidacta. Ferviente enamorado de la luz. Durante su vida siempre ha evolucionado, buscando nuevas maneras de dar forma a su arte. Es maestro de historia en la provincia de Jaén y está considerado por críticos y galeristas como uno de los pintores con más proyección dentro del difícil mundo del Arte y en concreto de la Pintura.

 

La obra del autor se encuentra hoy en día muy apreciada a nivel de coleccionistas privados, encontrándose también en Instituciones y Organismos de España y fuera: Madrid, Barcelona, Galicia, Toledo, Valencia, País Vasco, Málaga, Granada, Jaén, Sevilla, Argentina, Europa, Nueva York, México.

 

De su mano inquieta han nacido paisajes, bodegones y originales ambientes, todo ello con la complicidad del color que el artista usa a su antojo, sorprendiendo al observador, sus trazos abstractos crean obras complejas, con refulgencias de luz sureña. A su perfecto uso del óleo, con fuerza, con elegancia, con avasalló sobre el lienzo, hay que añadir ahora que el artista se reafirma como escultor, siguiendo las mismas pautas que en su obra pictórica.