El alcalde de Roquetas de Mar destaca la importancia de esta actuación que abarca desde la Avenida Carlos III hasta el Paseo Marítimo.

El Ayuntamiento de Roquetas de Mar trabaja ya en uno de los proyectos más importantes que se acometerán en los próximos años y que supondrá una importante transformación de Aguadulce. Se trata del estudio de adecuación y renaturalización del último tramo de la Rambla de San Antonio, que abarcaría desde la Avenida Juan Carlos III hasta el Paseo Marítimo.

El estudio, redactado por la empresa consultora Aima Ingenieria S.L.P, cuenta con un presupuesto de 14.165.393,15 euros y un plazo de ejecución de 20 meses. Una actuación de suma importancia que se ha convertido en una reivindicación histórica de este núcleo urbano.

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El alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, ha presentado esta memoria a la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, con el fin de que la Junta de Andalucía informe favorablemente y dé el visto bueno a este estudio que se adapta a la normativa actual. A partir de este momento, se solicitarían las subvenciones pertinentes a través de fondos Feder e incluso el consistorio roquetero estaría dispuesto participar en la financiación.

“Hemos presentado este estudio cuya premisa principal es el respeto a la vegetación preexistente, el equilibrio de las cotas de acerado para no desfigurar la fisionomía de esta zona y mejorar el ambiente, la seguridad y el paisajismo del entorno. Además, el proyecto evita entrar en la zona de afección del Dominio Público Marítimo Terrestre”, explica el alcalde.

“Este proyecto es muy importante para Aguadulce, supone un salto cualitativo en el desarrollo urbanístico de este núcleo urbano, nuestra prioridad es mejorar los servicios y las infraestructuras del municipio”. “Queremos poner en valor esta rambla para el disfrute de todos los ciudadanos, y nuestra ilusión, una vez que acometamos esta importante actuación es hacer realidad la adecuación total de esta rambla y, culminar con un gran Parque de las Familias”, destaca Amat.

Primer Tramo

El primer tramo de este proyecto está delimitado por la Avenida Carlos III, el Paseo de los Olmos y el Paseo de las Acacias. En esta zona se plantea asumir la topografía preexistente de manera que no exista un gran impacto visual del entorno. Para ello, se juega con zonas de vegetación y diversas plataformas, conectadas por muros de tono ocre y pavimentos de tonos cálidos, para lograr que se mimeticen con la vegetación existente y con las nuevas zonas verdes planteadas.

Además, este tramo de la rambla va cubierto debido a la gran problemática de desnivel que se encuentra en la actualidad. Este juego de plataformas dejará grandes zonas libres, una zona de juegos infantiles, espacio de pumptrack y bancos estanciales.

Segundo Tramo

El segundo tramo está delimitado entre el Paseo de los Olmos, el Paseo de las Acacias y el Paseo de los Castaños. En esta fase se busca el máximo respeto a las preexistencias, jugando con la topografía existente, creando sendas peatonales respetuosas con zonas de calistenia y conexiones con pasarelas de madera sobre el cauce de aguas bajas sobre el rio. Se mantiene el cauce actual, pero revitalizando la zona, manteniendo la vegetación existente y nuevas zonas de vegetación, consiguiendo así espacios de paseo, de sombra, estanciales y recreo, respetando el entorno natural.

Este tramo, finaliza en el Paseo de los Castaños, volviendo al entorno urbano preexistente.

Tercer Tramo

Este tercer y, último tramo, está delimitado entre el Paseo de los Olmos, el Paseo de las Acacias, el Paseo de los Castaños y el Paseo Marítimo. Se abordaría con una solución mixta, en el que sólo la zona central de la rambla está cubierta para conseguir así mantener la mayor parte de la vegetación existente, y al mismo tiempo, dotar de conexiones que buscan las cotas existentes de la calle. Se crean así zonas de mezcla de vegetación existente con nuevas plantaciones que se conectan a través de plataformas con pequeños desniveles. A su vez, éstas se conectan a través de unas suaves rampas que van acompañadas con zonas de jardinería y fuentes ornamentales que proporcionan a la zona de elementos de sombra, frescos y de sonidos de agua.

Todos estos elementos están delimitados por pequeños muretes de mampostería, que se mimetizan con los materiales preexistentes y con la vegetación, y que sirven como pequeñas zonas estanciales. También se juega con la colocación de módulos de bancos curvos que confinan jardineras, para dotar de más sombra. Este tramo finaliza antes de llegar al Dominio Público Marítimo Terrestre, para que la rambla vuelva a surgir como desagua en la actualidad.