La prestigiosa formación dirigida por Fahmi Alqhai marca el punto cumbre del VI Maremusicum que finaliza esta noche con un concierto de agrupaciones locales.

El VI Festival de Música Antigua de Roquetas de Mar afrontaba la noche del sábado su recta final con el concierto más esperado del programa, que volvía a situar al Maremusicum como una de las citas más importantes de la música antigua, imprescindible ya en el verano almeriense.

Media hora antes de la apertura de puertas, la cola de espectadores daba la vuelta al Castillo de Santa Ana. En su interior se preparaba para subir a escena uno de los grupos más consolidados internacionalmente. Accademia del Piacere repetía en Roquetas -ya visitó el festival en su segunda edición- y lo hacía con la formación completa, con seis instrumentistas, y con la soprano Mariví Blasco, también una de las voces más cotizadas en música antigua, para abordar uno de sus repertorios más laudeados.

“Rediscovering Spain: Fantasías, diferencias y glosas sobre música española en el siglo XVI y XVII” muestra otra forma de interpretar la música antigua, aquella para la que fue concebida, que hace que los músicos no sólo leen lo escrito sino que la hacen propia y llenan de vida hasta transformarlas. “Cualquier música es una excusa para desarrollar todas las posibilidades de comentario, paráfrasis y glosa del material original compuesto por otros músicos y en muchos casos creados para este objetivo solamente”, dice el propio Fahmi Alqhai en el programa de mano.

En el Castillo de Santa Ana logró guiar al público a ese viaje de emociones a través de la música española y sus conexiones con Sudamérica. En el centro del escenario, Alqhai, mostrando por qué es considerado uno de los mejores gambistas del mundo y uno de los mayores renovadores de la interpretación de la música antigua, dejando traslucir en las improvisaciones sus propia personalidad, sus raíces como sevillano de nacimiento de padre sirio y madre palestina.

A sus lado, el resto de instrumentistas. Rami Alqhai y Johanna Rose en sendas violas da gamba, Miguel Rincón con guitarra barroca, Javier Núñez al clavecín y órgano y Agustín Diassera en la percusión. Junto a ellos, la voz de Mariví Blasco mecía a los espectadores con los suaves ritmos, en fandango, guaracha, xácaras, folías, canarios…

Un concierto para asombrar, para descubrir nuevos matices, para eliminar estereotipos sobre la música antigua. Precisamente el objetivo que persigue este joven festival organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, y coordinado por el director del Área, Manuel Cruz, y los profesores de la Escuela de Música de El Parador e impulsores de la Orquesta Barroca de Roquetas, Belinda Sánchez-Capuchino y Miguel Ángel García. Los tres mostraban en la noche del sábado su satisfacción por la acogida a las distintas actividades celebradas a lo largo de la semana, los cursos, visitas, exposiciones y los conciertos multitudinarios y vivos, para los que continuamente el Castillo de Santa Ana se veía obligado a abrir las puertas entre pieza y pieza para recibir a nuevos espectadores.