«Acordaos oh piadosísima Virgen María, que jamás se oirá decir que nadie de esta tierra de Roquetas que haya acudido a vuestra presencia, haya sido abandonado por Vos». Con enorme cariño hacia la patrona de Roquetas de Mar, Nuestra Señora del Rosario coronada, y hacia cada uno de los rincones del municipio, el fiscal, académico y poeta Guillermo Sena pronunció el pasado sábado un sentido pregón que da inicio a la cuenta atrás para las fiestas patronales.
En un templo atestado, el pregonero se puso en presencia de la Virgen del Rosario «pisando las playas de Las Salinas» y le dedicó su cantar «mientras que viene a rezar / el pueblo que bien blasona / por tenerte por Patrona / en su Roquetas de Mar». La intervención del fiscal estuvo plagada de lírica, hilado en su mayor parte por versos que alabaron a la Virgen del Rosario como estrella de la mar y capitana de cada uno de los barrios del municipio, a los que hizo varios guiños, así como al artista Jesús de Perceval, cuyo retablo centra el altar mayor de la iglesia del Rosario, mostrando así Guillermo Sena su conocimiento sobre la tierra que en unos días celebra el patronazgo de la Virgen del Rosario, alcaldesa perpetua del municipio.
También relató el origen de esta advocación y su desarrollo a lo largo de los siglos, así como las gracias del rezo del rosario, proclamadas por la propia Virgen en Fátima.
Compuso así el primer pregón de alabanza celebrado por la hermandad de gloria, tal como subrayó el párroco, Antonio Mata. Sena fue presentado por el hermano mayor Juanjo Ruiz Plaza, como «aquel poeta que, aún muriéndose de sed, si lo llamaba un amigo, dejaba el agua correr» e introdujo así una velada llena de poesía y sentimientos.
Un acto que estuvo presidido por el subdelegado de Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, y contó con la asistencia de los concejales Eloísa Cabrera, José Juan Rodríguez, Francisca Toresano, José Galdeano, María Dolores Ortega y Francisco Gutiérrez.
La banda Unión Musical de Roquetas de Mar, dirigida por Juan José Bou, puso el broche final a la noche, que reunió a miembros de distintas hermandades y cofradías de la comarca, marcando una nueva cita en el calendario religioso de Roquetas de Mar.