Con motivo de la conmemoración hoy 10 de octubre del Día Mundial de la Salud Mental, el Ayuntamiento de Roquetas iluminó anoche de verde su monumento más emblemático, el Castillo de Santa Ana, en un acto reivindicativo organizado por la Concejalía de Servicios a la Ciudadanía a la que asistieron las asociaciones El Timón y Dárata así como pacientes de Salud Mental de Roquetas, junto a la Federación Andaluza de Familiares y Personas con enfermedad mental, que estuvo presidido por el concejal José Galdeano.

«Un año más, el Ayuntamiento de Roquetas de Mar colabora con FEAFES Andalucía para hacer visibles los problemas a los que se enfrenta este colectivo, y en esta ocasión de una forma especial, ya que se cumplen 25 años desde la constitución de la asociación andaluza y de la proclamación del 10 de octubre como Día de la Salud Mental», en palabras del concejal.

El concejal hace referencia al trabajo que se realiza desde la institución municipal para apoyar a las personas con problemas de salud mental, a través del Taller de Salud Mental del Ayuntamiento o del apoyo a las Aulas TAE de los colegios roqueteros, así como la celebración del Día de la Concienciación por el Autismo o este Día de la Salud Mental. «Al igual que con el resto de colectivos sociales, la Concejalía de Servicios a la Ciudadanía ofrece todos sus recursos para, entre todos, lograr una mayor sensibilización en nuestro municipio», subraya.

Este año, el movimiento agrupado en Salud Mental España, que reúne a más de 300 asociaciones de personas con problemas de salud mental y sus familiares y allegados, ha escogido el lema «Trabajar sin máscaras. Emplear sin barreras», referido a la salud mental en el lugar de trabajo.

«El objetivo de esta campaña es sensibilizar a la administración pública, organizaciones, empleadores y profesionales para que se posibilite el derecho de las personas con problemas de salud mental a acceder y mantener un empleo; y, además, con esta campaña se recuerda que, para prevenir estos problemas, en los entornos laborales se debe cuidar la salud mental de cualquier persona y se debe poder hablar sin tabúes sobre ello», mantiene la federación andaluza.

Durante el acto se denunció que «aunque un problema de salud mental no tiene por qué ser un impedimento para obtener un empleo, la baja inserción laboral de las personas con problemas de salud mental es una de las principales barreras para su integración social y su recuperación, fruto en gran medida de los prejuicios de muchas empresas y administraciones públicas».

La federación reclama «que es el momento de que el sistema social y sanitario realice una apuesta clara por dar un paso más en la calidad y humanidad de la atención, tanto a las propias personas afectadas como a sus familiares y allegados».