Un grupo de alumnos de la Escuela Municipal de Teatro de Roquetas de Mar mostró su saber estar sobre un escenario el pasado sábado en la representación de la obra “Un Taxi para dos”. Fue una comedia donde el público no paró de reír durante dos horas. Se sucedieron los engaños y sobre todo los malentendidos entre los seis protagonistas de esta historia de enredo.

La historia de esta obra la protagonizaba un taxista que tenía una doble vida. Por un lado estaba casado con Julia y vivía en una casa y por otro lado estaba casado con Luisa y vivía en otra casa. El horario flexible de su profesión, le permitía en los cambios de turno poder compartir el amor de las dos mujeres. Pero un accidente que lo deja algo lisiado será el inicio de una serie de engaños que le llevarán a tener que dar explicaciones a la Guardia Civil y a un detective del hecho de tener dos domicilios diferentes.

Mientras la cosa se va complicando aparece su vecino el granjero que en vez de arreglar la situación, la va haciendo más difícil. Todo se va liando a medida que transcurre el tiempo, hasta que al final y como era de prever se encuentran las dos esposas del taxista, el vecino, el guardia civil y el detective gangoso. En esta situación, el guardia civil cree que el taxista y el granjero son homosexuales, mientras las dos mujeres quieren acabar de una vez con esta historia de doble vida. Al final, nadie cree la historia real y el taxista y el granjero acaban besándose.

Fueron dos horas de autentico teatro, de risas y carcajadas, y donde los protagonistas están a un gran nivel. Destacar la interpretación de Álvaro Martínez como el taxista y de Jesús Santiago, como el vecino granjero. También tuvo una actuación magistral José Antonio Suarez, que hizo el papel de un detective gangoso y de las chicas Isa Navarro y Mar Martin. Alex García hizo el papel de guardia civil.

La dirección y dramaturgia corrió a cargo de Juan J. Martín mientras la dirección Técnica fue de Serafín Ponte, la iluminación de  José Ignacio Abad y Escenografía de Francis S. Morata