El periodista Rafael M. Martos presentó recientemente en la Biblioteca Municipal de Roquetas de Mar su libro ‘Más allá del cementerio azul. Un relato de supervivientes’. El acto organizado por la concejalía de Educación y Cultura de Roquetas de Mar contó con la presencia de la concejala de Cultura, María Dolores Ortega.
Martos dio cuenta que la idea inicial de la obra, era escribir otra cosa. “La idea inicial era escribir sobre violencia machista, pero en el ámbito de la inmigración ilegal. Si ya la violencia machista cuando la sufre una mujer socialmente integrada resulta difícil salir de ella, hay que imaginarse lo que puede ser para una mujer que es una inmigrante ilegal, que vive en un cortijo y que su pareja la machaca todos los días. Salir de esa situación es complicado. La idea era escribir sobre eso”.
“Con este libro cogí al asesino y cogí a la víctima y empecé a contar quien era cada uno y como había llegado cada uno. El caso de ella, es una chica llamada Laila, argelina y militar que decide salir de su país, puesto que observa que el integrismo está devorando a su propio hermano. Por otro lado, está Mohamed, un marroquí que es un buscavidas y que decide salir de su pueblo”, contó Martos.
“Los dos personajes se encuentran en la zona de invernaderos de Almería. Aquí encuentran otro tipo de sociedad. Luego hay otros dos personajes, una mujer que empatiza bien con los inmigrantes. Ella es de Darro, un pueblo de Granada que un buen día decidió emigrar a Almería buscando un lugar mejor para poder comer todos los días. Y luego está otro personaje que es de Gérgal, que emigró a Cataluña y que decide volver a Almería, controlando el negocio de la prostitución”, confesó el periodista Rafael Martos.
El periodista subrayó que no es partidario de términos como ‘integración’ o ‘tolerancia’, ya que “creo que cuando usamos el término tolerante se hace desde la superioridad o la integración que supone que una persona tenga que acatar mi modo de vida. Personalmente, creo que eso es un error, hay que apostar por la convivencia”.
La prostitución, las drogas, la aculturación, la explotación laboral, la corrupción, y una especie de justicia divina recorren este relato en el que acción y reflexión se mezclan a partes iguales para no dejar indiferente a nadie. La obra contiene momentos de lirismo mezclados con otros de estilo más periodístico, para enmarcar a cada personaje.