Las fuertes lluvias caídas durante esta última semana en Roquetas de Mar han sido la prueba de fuego para refrendar el excelente resultado de las dos balsas de tormentas construidas en el Paseo de Los Baños y en la Avenida de Las Marinas, que de una vez por todas han acabado con los graves problemas que se producían en estas zonas siempre que las condiciones climatológicas eran adversas.
Por eso, el alcalde Gabriel Amat mostraba esta mañana su satisfacción por haberse superado la prueba con “matrícula de honor”, y ha dicho que afortunadamente se ha acabado con las enormes lagunas que se formaban en el centro del municipio y en uno de los accesos a la zona más turística del municipio siempre que llovía, y que tanto perjuicio causaba a los comercios, al turismo y a los ciudadanos en general.
Pero no solamente ha sido el alcalde quien se esta mañana se congratulaba del perfecto funcionamiento de las balsas, sino que su opinión ha sido respaldada por comerciantes y vecinos de las zonas afectadas, que han hecho llegar su agradecimiento al Ayuntamiento “por haberse acabado el problema que veníamos sufriendo desde hacía bastante tiempo”, han señalado.
Amat ha dicho que de no haberse llevado a cabo estas obras de auténtica ingeniería, el municipio habría sufrido importantes problemas de encharcamiento y quizás inundaciones de locales y viviendas de las zonas más afectadas, teniendo en cuenta que ha sido una de las semanas más lluviosas de los últimos años, y hasta hace poco “siempre que caían cuatro gotas teníamos ese problema”.
Asimismo ha anunciado que el Ayuntamiento va a seguir trabajando en solucionar problemas similares que se producen entre el Puerto y la Urbanización de Roquetas y en otros puntos de Aguadulce.
Recordemos que la balsa del Paseo de Los Baños cuenta con una capacidad de 14 millones de litros de agua, y de ahí que el alcalde haya insistido en que “la empresa constructora ha realizado una excelente labor, ya que una obra de estas características la ha realizado en tan sólo cinco meses y medio y con las mínimas molestias para automovilistas y vecinos de la zona”, ha dicho.
Algo parecido ha ocurrido con la balsa de tormentas de Las Marinas, que era otro de los “puntos negros” del municipio, ya que al haber un nivel freático más bajo era muy difícil atajar los problemas que se planteaban.